miércoles, 15 de mayo de 2013

Los maestros están en todos lados

maestroEstán por doquier, listos para enseñar cuando uno lo necesita. Me refiero a los maestros, pero no sólo a los que enseñan en las escuelas, que una gran labor hacen al transmitir valores, ideas y actitudes positivas. Se trata de las personas que día tras día, a cada momento hacen algo de lo cual podemos aprender. No necesitan hablar. Aprendemos sólo por ver cómo actúan. En ocasiones el encuentro dura sólo unos minutos, pero es suficiente para encontrar un aprendizaje significativo que puede durar toda una vida.

Entran en la categoría de "maestros involuntarios" los vecinos, los amigos, la pareja, el empleado del banco, el limpiaparabrisas, casi todo el mundo. Por medio de sus actos, son ejemplo de lo que funciona y de lo que no. Los vecinos que con gusto te saludan al encontrarte por la mañana, te muestran lo agradable que es la cordialidad. De igual manera, los que ni siquiera voltean a verte, te pueden reflejar la indiferencia que en algún momento tú mismo muestras a otros. Al ayudarte en tiempos difíciles, tus amigos te enseñan a ser generoso, así, sin usar una sola palabra. Cuando eres testigo de los errores que tus amigos cometen, te dan pistas sobre lo que más te conviene. Y entonces haces como dicta el famoso refrán y "pones tus barbas a remojar".

Quizás uno de los más grandes maestros con que cuentas es tu pareja. Hay tantas cosas en las que los miembros de una pareja son opuestos, que cada uno de ellos se convierte en un excelente modelo y complemento del otro. Por ejemplo, a veces uno de ellos tiende a estresarse fácilmente por las cuestiones cotidianas y el otro se inclina por tomarse las cosas con mayor soltura. En este caso, al tomar al compañero de vida como modelo, cada miembro de la pareja puede lograr un mayor equilibrio en ese aspecto en particular.

El agrio empleado del banco o de una oficina burocrática, quizás de manera involuntaria, también tiene una lección que enseñarnos: que es terrible amargarse el tiempo de trabajo cuando se puede trabajar con mayor entusiasmo. La señora mayor que en el supermercado amablemente nos ayuda a poner las compras en bolsas, nos enseña que hay una gran dignidad en el trabajo y que se puede hacer de éste algo disfrutable.

De los limpiaparabrisas se puede aprender que la vida para algunos es mucho más difícil que para uno mismo. El sufrimiento de otros y la entereza con que enfrentan la adversidad nos ofrece una gran lección. En mi caso, son mis pacientes los que me enseñan, cuando comparten sus dificultades para que los ayude a encontrar sus propias soluciones; cuando veo la fortaleza con que encaran las vicisitudes, actitud que me anima a echar mano de mi propia fuerza; cuando veo su intención de salir adelante, conscientes del esfuerzo que esto conlleva y encuentro inspiración en su determinación.

Los familiares tienen mucho que enseñar, en lo positivo y lo negativo. Nuestros abuelos mostraron el camino a nuestros padres, quienes a su vez nos transmitieron los valores con que contamos. Así, enseñamos a los hijos cómo tratar al prójimo. Pero además, tenemos la posibilidad de mejorar su enseñanza. ¿Cómo? Por medio del crecimiento personal que logremos.

Como decía al principio, con frecuencia hay un maestro a la mano, siempre y cuando sepamos reconocerlo. Voltea a tu alrededor y pregúntate qué puedes aprender de una persona que en este momento está en tu campo de visión. Este puede ser un ejercicio muy interesante y enriquecedor, sobre todo si lo haces con cierta frecuencia. Está atento a los que tienen algo que enseñarte. Están en todas partes, sólo hay que tener el deseo de aprender.

P.D. Recuerda que si estas leyendo esto, se lo debes a quien te enseño a hacerlo.

Feliz día del maestro

martes, 7 de mayo de 2013

Ray Harryhausen: la partida de un genio

hero719_harryhausen-skeleton

El día de hoy el mundo recibió la triste noticia del fallecimiento de uno de los más grandes genios del cine, Ray Harryhausen, pionero en la animación Stop Motion y efectos visuales.

Sin Ray la historia del cine sería muy distinta, pues fue el quien inspiró a varios de nuestros grandes ídolos como Peter Jackson, Steven Spielberg y George Lucas. El mismo Harryhausen una vez fue marcado por una escena que cambiaría su vida y lo convertiría en el creador de monstruos que asombraría al mundo: la escena donde King Kong se encuentra en la cima del Empire State en el filme King Kong (1933); desde ese momento él supo que dedicaría su vida a crear fantasías, y así fue.

EE7-580x409

Si preguntan a cualquier fanático de la animación o los efectos visuales cual es la escena más representativa en la historia de la industria, sin duda responderán que los esqueletos de Jason y los Argonautas (1963), realizada con técnica cuadro por cuadro que le tomó a Harryhausen 3 meses terminar. Incluso aquellos que no están tan involucrados con la animación reconocerían esta escena sin ningún problema.

Desde monstruos griegos a bestias prehistóricas, Harryhausen logró asombrar y aterrar a generaciones con su magia al dar vida a lo que sin su gran talento e imaginación serían simples marionetas, y su legado queda en las obras de todos aquellos a quien ha inspirado a crear mundos fantásticos. En palabras de los mismos George Lucas y Peter Jackson: “Sin Harryhausen, probablemente Star Wars o El Señor de los Anillos no existirían”. Peter jackson incluso ha dicho que su trilogía de “ESDLA” es su homenaje a Ray Harryhausen.

Ray se retiró del cine con Clash of The Titans en 1981 y más allá de los efectos visuales realizó trabajos como director de cortometrajes y como productor cinematográfico.

harryobit1-articleLarge-v4

Para mí, Harryhausen se ha ganado su lugar en la historia al lado de nombres como George Melies y Walt Disney como los más grandes magos y creadores de ilusiones que hayan existido, solo me queda agradecerle por haber compartido su magia con el mundo. Descanse en paz Ray Harryhausen (1920-2013).