domingo, 14 de julio de 2013

Los asesinos intelectuales de Villa, Obregón y Calles

Pancho Villa y sus Dorados se encuentran en la selecta lista de invasores que han atacado el territorio continental de Estados Unidos. El ataque al fuerte de Columbus en 1916 es el segundo después de la invasión inglesa durante la Guerra de los Siete Años (1775-1783), y antes del ataque perpetrado por Al Qaeda a las Torres Gemelas en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001.

Este 20 de julio se cumplen 90 años del asesinato de Francisco Villa en Hidalgo del Parral, Chihuahua. Para recordarlo, Discovery Channel transmitió hace unos minutos El asesinato de Villa: la conspiración, un documental producido por Patricia Arriaga Jordán. En el juego de detectives, Arriaga comienza a jalar la madeja de sospechosos y recaba los datos de las investigaciones de distintos historiadores: Jesús Vargas, Pedro Salmerón, Martha Loyo, Jane Dale Lloyd, Ilán Semo y Antonio Campuzano. Las pistas llevan hasta la correspondencia entre los autores materiales (Jesús Salas Barraza y Jesús Herrera) con el general Joaquín Amaro. La madeja conduce hasta los asesinos intelectuales de Pancho Villa: Plutarco Elías Calles, entonces secretario de Gobernación, y el Presidente de la República en turno: Álvaro Obregón, quien buscaba el reconocimiento del gobierno de EU a su mandato y tuvo que ceder demasiado.

A decir de los historiadores, fue en parte una vendeta de Obregón porque perdió la mano en la Batalla de Celaya (1915) contra la División del Norte encabezada por Pancho Villa. Y coincidentemente, uno de los balazos que recibió Villa el día que lo asesinaron fue en la mano derecha. Es interesante que Patricia Arriaga no buscó a los historiadores conocidos y famosos por sus investigaciones sobre Villa como Enrique Krauze y Paco Ignacio Taibo II, sino que invitó a destacados historiadores de los estados de donde estuvo Francisco Villa.

La destacada interpretación de Pancho Villa realizada por el actor Enoc Leaño le da un toque especial al documental. Leaño se llevó el estelar en la película Colosio: el asesinato (Carlos Bolado, México 2012). En el documental de Villa también participa el escritor Guillermo Arriaga, quien en 2007 publicó la novela Escuadrón Guillotina, la historia de un vendedor de guillotinas que busca convertirse en proveedor de Pancho Villa y recibe un pago insólito.

El análisis del capitán primero e historiador Antonio Campuzano Rosales, basado en la documentación histórica consultada, le conduce a determinar que efectivamente los asesinos intelectuales de Villa fueron Obregón y Calles. Esto debería ser tomado en el PRI como una señal de los nuevos tiempos y la relación del Ejército mexicano con el poder civil. Es inegable que Plutarco Elías Calles comenzó a crear instituciones para canalizar los logros de la Revolución mexicana y es uno de los pilares donde descansa la historia del PRI. Sin embargo, llamar a los asesinos de Villa por su nombre es algo que no ocurría en los días de la dictadura perfecta.

Periscopio
Parece que la condición de salud del gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, no le permitirá regresar a su encargo constitucional el próximo 22 de julio. En los próximos días el gobierno presentará al Cogreso michoacano una nueva solicitud de licencia de hasta por 90 días.

En el radar
La multa de 135 millones que impuso el IFE al PRD, PT y Convergencia por rebasar los topes de campaña durante la presidencial de 2012 podría complicar la permanencia del PRD en la mesa del Pacto por México y también sería la tormenta perfecta para algunas tribus amarillas comandadas por Dolores Padierna y René Bejarano que buscan acotar, desde la Secretaría General del partido, el peñismo de Los Chuchos y su líder nacional, Jesús Zambrano.

Bitácora de lo absurdo
El reto de Vicente Fox es superar el largo de su propia lengua. Ahora Fox busca la atención de la prensa con motivo del foro que organiza en su rancho para legalizar la mariguana y dijo que él fue mejor Presidente que Benito Juárez. "¿Y yo por qué?", debe decir desde la tumba el Benemérito de las Américas.

lunes, 8 de julio de 2013

Kilo a kilo superamos a Estados Unidos

PAPAS-~1Según un reporte recientemente publicado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), México es el país con mayor porcentaje de población obesa en el mundo.

Según los datos del informe, que son de 2008, la prevalencia de obesidad en adultos alcanzó de 32.8%, superando por primera vez a Estados Unidos, que según el mismo informe, registró 31.8%. Sin embargo, hay 19 países en el mundo que tienen un porcentaje mayor de obesidad en el mundo. Los primeros tres lugares están en Oceanía: Nauru, con 71.1%; las Islas Cook, con 64.1% y Tonga con 59.6%. Y otros que lo superan son, por ejemplo: Kuwait, Arabia Saudita, Bahamas, Belice y Sudáfrica. 

Entonces, ¿por qué México es ahora considerado el país 'más gordo'? Porque tiene el mayor índice de obesidad de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). ¿Cuánto tiempo le llevó a México engordar tanto y por qué sucedió? Investigadores en nutrición y salud pública afirman que es el resultado de una transición epidemiológica que empezó hace 30 años.

Los especialistas explican que es producto de la combinación de varios factores: mayor consumo de alimentos con alta concentración calórica; la reducción de precios en este tipo de alimentos; la disminución en la actividad física; la inseguridad para desarrollar actividades en espacios públicos y un estilo de vida que disminuye el tiempo dedicado para elaborar alimentos. Además, se analiza la posible predisposición genética de los mexicanos a metabolizar de manera diferente las grasas y azúcares.

En México, las encuestas nacionales de nutrición elaboradas por la Secretaría de Salud comenzaron a realizarse en 1988, pero los datos sobre obesidad en adultos se desglosaron desde el 2000. A partir de entonces, la obesidad en adultos pasó de 23.5% en el 2000, a 30.2% en 2006.

Estadísticamente, México puede presumir que el problema de obesidad se frenó y disminuyó en los últimos cuatro años, ubicando la prevalencia promedio de en adultos en 32.4%, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012.

30 años de concentración calórica

Las cifras son apenas la parte visible de un proceso que comenzó hace varias décadas, explico la nutrióloga Cecilia García Schinkel, directora en México del International Life Science Institute (ILSI), asociación especializada en salud pública y fundada en Estados Unidos en 1978.

“Hemos vivido una transición epidemiológica en los últimos 30 años. Todavía no derrotábamos a la desnutrición, cuando comenzó a multiplicarse la obesidad, que ya es considerada una enfermedad crónica, sistémica e inflamatoria. No hay que sobresimplificar la explicación de esta epidemia. Por un lado tiene que ver con el individuo, su genética, gustos y costumbres; tiene que ver también con la organización de la familia y la ciudad en la que vive; con la disponibilidad de alimentos, el precio y la facilidad para prepararlos; con la seguridad pública y la posibilidad de hacer ejercicio en espacios abiertos, y también con las políticas públicas y la normatividad hacia las empresas. Todo esto tardó décadas en configurarse”, dice la directora ejecutiva del ILSI en México.”

México es el principal consumidor mundial de refrescos y otras bebidas azucaradas, con un promedio de 163 litros por persona al año, según la Universidad de Yale y la organización no gubernamental Oxfam.

En relación con la disponibilidad de alimentos saludables, el informe de la FAO explica que tanto las procesadoras de alimentos como los supermercados están creciendo rápidamente en muchos países en desarrollo. Estas tiendas modernas reemplazan a los medios tradicionales y aumentan la disponibilidad de alimentos procesados y empacados, lo cual puede contribuir a los problemas de obesidad y sobrepeso. La compra de alimentos procesados, que según la FAO "frecuentemente son altos en azúcar, grasas y sal y pobres en micronutrientes importantes" se realiza en México el 50% en los mercados tradicionales y el 50% en los supermercados. En contraste, aproximadamente el 73% de las frutas y verduras que se consumen son compradas en las tiendas tradicionales, como tianguis y mercados populares techados.

En otros países como Nicaragua, Tailandia y Turquía, donde se aplicó el mismo estudio de cuota de mercado, fueron consistentes los resultados de que las frutas y verduras son adquiridas mayormente en mercados tradicionales.  El informe indica que las ventas de alimentos procesados han aumentado en todo el mundo y es más fácil adquirirlos ya que "mucho de este crecimiento es impulsado por los fabricantes de alimentos modernos que venden productos en los mercados tradicionales en áreas urbanas y rurales".

García explica que todavía no hay estudios concluyentes sobre la aparente predisposición genética de los mexicanos para desarrollar obesidad, aunque existen grupos sólidos de investigación que estudian la interacción entre los nutrimentos y los genes de la población indígena y mestiza en México, como el encabezado por los doctores Armando Tovar y Nimbe Torres.

“Hoy sabemos que una dieta alta en grasas o en carbohidratos hace que nuestros genes se expresen de manera diferente hacia distintas enfermedades", dice García. También hay estudios en epigenética que nos informan que cuando la madre o la abuela tuvieron desnutrición, sus hijos y nietos tienen mayor probabilidad a ciertas condiciones, entre las que están el sobrepeso y la obesidad. Son áreas de investigación nuevas pero hay señalamientos de que la composición genética de los latinos podría hacernos más suceptibles al sobrepeso, aunque todavía no tenemos evidencia definitiva”, indico García Schinkel.”

La obesidad en México implica un grave problema de salud pública pero también presupuestario. En el libro Obesidad en México: recomendaciones para una política de Estado se calcula que para el año 2017 los problemas de obesidad costarán a México entre 70,000 y 101,000 millones de pesos (de 5.4 a 7.7 billones de dólares). Durante la presentación de ese libro, el doctor Juan Ángel Rivera Dommarco, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), indicó que en México se fue construyendo paulatinamente un ambiente “obesigénico” que estimula el consumo de alimentos con alta concentración calórica: productos con harinas y grasas saturadas, bebidas endulzantes y vida sedentaria, entre otros factoes.

“Hasta hace unos años, se pensaba que el problema de la obesidad era únicamente responsabilidad de los individuos y que la única función de las autoridades era dar educación y motivación para comer saludablemente, pero la observación y los estudios indican que un ambiente promotor de la obesidad interfiere con la adopción de comportamientos saludables”, dijo Rivera. Según la Unidad de Análisis Económico de la Secretaría de Salud, en el 2008 se destinaron 67,000 millones de pesos (5.1 billones de dólares) para atender asuntos de salud vinculados con el sobrepeso, como la diabetes, problemas cardiovasculares, hipertensión, problemas renales y de hígado.