domingo, 31 de mayo de 2009

Goya, Goya, cachun cachun ra ra, cachun cachun ra ra, Goya UNIVERSIDAD. Pumas CAMPEOOOOOOOOOOON 6 estrellas

PACHUCA, México - Pumas de la UNAM conquistó el sexto título de su historia al empatar 2-2 (3-2 global) con Tuzos de Pachuca, en el segundo tiempo extra de la final del Torneo Clausura 2009 del futbol mexicano disputado en el estadio Hidalgo.

Tuca Ferretti, en esta Liguilla, fue un artesano de relojes finos en sus planteamientos, a la hora de elegir sus titulares y con los cambios. Hizo todo en el momento exacto y dejó la maquinaria universitaria trabajando precisa y exacta. Sin desfases. A ritmo, acompasada, y les hizo campeones del Clausura 2009. Universidad es un equipo propenso al drama. Al dolor de estómago y a la subida de presión de su afición. No sabe hacer las cosas sencillas, si se puede resolver una serie de Cuartos de Final, contra Tecos, a 10 minutos de acabar el partido, si hay manera de ganar las Semifinales culminando la obra a los 89' , contra Puebla, y si se puede llegar a los tiempos extras en la Final contra Tuzos, ¿para qué hacerlo de otra manera?

Porque Pumas tiene la gracia, por así decirlo, de meterse en problemas siempre, pero los arrestos de volver en sus series. Lo hizo ante Tecos, lo repitió ante Puebla y cuando parecía que volvía a flaquear, su espíritu volvió hablar por su raza y se colgó su sexta estrella en la solapa.Pero Pachuca siempre es un rival que deja el corazón, los riñones, los dientes si es necesario sobre el terreno de juego y le plantó cara la victoria a los universitarios.Y es que Tuzos inició con la potencia de un ferrocarril en su tierra. Antes de los tres primeros minutos ya tenía dos tiros de esquina a su favor y antes del 15 ya eran cinco. Damián Álvarez empujaba por la izquierda, Christian Giménez por la derecha, pero el importante fue Gabriel Caballero, por el centro, que le quitó peso y presión a sus compañeros. Tan cómodo se siente Caballero, al final de su carrera, en esa posición y con la tensión de las finales que debería jugar otros 20 años más.

Porque Pachuca se hizo grande desde su medio campo, cuando todos estaban ocupados con Giménez y Álvarez fue Caballero el encargado de hacerse el mando del equipo y echárselo al hombro.Pero, Tuzos también tuvo sus pecados, el mayor de ellos fue ver dos amarillas antes de los 30 minutos. Porque Universidad con el marcador de su lado fue desesperando de a poco a Tuzos y logrando faltas, tiempo y amarillas a su favor, Montes y el propio Caballero. No fue sino hasta los 29 minutos que el peligro real se paseó por el arco de Bernal, cuando Álvarez enfrentó al arquero universitario y éste le tapó un tiro de buena manera.

Pumas intentó priorizar la posesión de la pelota, cuando la tuvo, y procuraba no perderla con facilidad. Sabía que sin el balón Pachuca reducía considerablemente su poderío. Pero los felinos se brincaron el medio campo en la transición a la ofensiva y de ahí su martirio. La soledad de sus delanteros en esos minutos.Así hasta los 30 minutos, cuando Efraín Juárez le dio un empujón a Blas Pérez en el área y Giménez colocó el empate global a un gol al cobrar el penal a la derecha de Bernal. Pumas en ese instante fue superado en lo anímico y aquello se extendió en lo futbolístico. Fue un tiempo perdido para los de azul y oro, y el pecado de Tuzos fue no liquidar el juego.Pero la segunda mitad guardo una historia distinta. Coincidió la entrada de Leandro con un bajón físico del Pachuca y de a poco se fue haciendo de la pelota. Al brasileño le falta ritmo de juego, pero eso lo sustituye con ubicación y liderazgo, un grito a tiempo es mejor que un gol en contra. Acomodó a sus compañeros y entonces por fin Pumas pudo disputar el medio campo y el partido.

Dante López es un delantero ambiguo, extraño, hasta limitado técnicamente. Que de cinco pases falla 3, que no dribla, egoísta, del que su única gracia es rematar, la vital para un goleador, y le dio dos goles a Pumas en la Final, uno en la ida y otro en la vuelta. Invaluables. El segundo a los 62´minutos de esta vuelta.Todo parecía ya del lado de los felinos cuando un error de Bernal, a un tiro de Giménez a los 78' volvió a empatar el marcador global.Físicamente, Universidad se vio siempre mejor y hacía el final de los 90 minutos a Muñoz Mustafa ya no le alcanzaron las piernas y le cometió una falta a Martín Bravo que provocó viera la tarjeta roja.Y en el tiempo extra, Pumas hizo valer su ventaja física y su ventaja numérica. Desde un principio se fue por el partido. Generó de inmediato un chance vía Martín Bravo, que se coló por la banda izquierda tiró, desvío Calero, pegó en el poste izquierdo y Bravo, estorbado por Calero, no pudo rematar, y Dante López, estorbado de nueva cuenta por Calero, no pudo anotar.Pero Universidad no le dejó más el balón a Pachuca. Fue todo azul y oro. Pero el mérito del local fue acomodarse, cerrar espacios. Hacer de su debilidad su mayor fortaleza, de la inacción. Del moverse unos cuantos metros ahorró energía y se fue llevando los minutos.

Pablo Barrera, otro de los cambios de Tuca, es un medio campista de condiciones formidables, irregular, pero que tiene la virtud de saber manejar las condiciones del partido a su favor. A los 108' se coló por la derecha se quitó dos hombres, disparó, a Calero, como a Bernal se le hizo pequeño el balón. Se le encogió y se metió al arco. Ése fue el gol de la diferencia.Sin embargo, no se pueden ganar cinco campeonatos en 10 años sin un gran corazón, sin poner el extra, sin quedar sembrados en el campo y eso lo sabe Pachuca que todavía tuvo un chance cuando Álvarez se metió por izquierda, centró y Paul Aguilar se tiró de cabeza. David Toledo le quitó el balón justo en el instante que iba a rematar.

Después, Pumas dejó deslizar el tiempo de a poco hasta el final del partido. Para dar paso a un estallido de alegría. Después de todo el drama del regreso y del último minuto siempre le da otro sabor a la victoria.

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