Un fósil de 3,2 millones de años hallado en Etiopía confirma que los 'Australopithecus afarensis' caminaban erguidos.

"Fósil del cuarto metatarso del pie de "
Nuevas evidencias fósiles parecen confirmar que un antepasado clave del humano actual podía caminar erguido todo el tiempo, lo que constituyó uno de los grandes avances en la evolución humana.
La evidencia proviene de un hueso de 3,2 millones de años de antigüedad hallado en Hadar, Etiopía.
Su forma indica que la especie Australopithecus afarensis, similar a la humana, tenía arcos en los pies.
El equipo a cargo del descubrimiento le dijo a la revista Scienceque los arcos de los pies son fundamentales para caminar como los humanos modernos.
"[El hueso] da una idea de la anatomía del pie y su función", explicó William Kimbel, director del Instituto de Orígenes Humanos en la Universidad Estatal de Arizona, Estados Unidos.
"Es el cuarto hueso del metatarso, ubicado en el exterior de la parte media del pie, y que ayuda a sostener los arcos del pie bien desarrollado que vemos en las plantas de los pies de los humanos modernos", detalló Kimbel.
"El hueso que se recuperó en el sitio Hadar tiene todas las características de la forma y la función del pie humano moderno", le dijo a la BBC.
Los paleocientíficos ya sabían que el Australopithecus afarensispasaba parte de su tiempo erguido. Eso estaba claro desde 1974, cuando se examinó por primera vez un famoso esqueleto de la especie, conocido como "Lucy", también hallado cerca de la aldea de Hadar, en el valle del Rift, en Etiopía.
Pero la ausencia de huesos importantes de los pies en todos los ejemplares descubiertos hasta la fecha le había hecho difícil a los investigadores saber con precisión cuánto tiempo Lucy y sus familiares pasaban de pie, en lugar de desplazarse por las ramas de los árboles.

"Fósil"
Los pies humanos son muy diferentes a las de otros primates. Tienen dos arcos, longitudinales y transversales.
Estos arcos constituyen la mitad de los huesos del pie, y se sostienen gracias a los músculos de las plantas de los pies.
Esta construcción les permite a los pies realizar dos funciones críticas para caminar. Una es la de actuar como una palanca rígida que puede impulsar el cuerpo hacia adelante y la otra es la de actuar como un amortiguador para que los pies toquen el suelo al final de una zancada.
En nuestros primos simios modernos, los pies son más flexibles y tienen dedos de los pies grandes y con gran movilidad, importante para agarrar las ramas al trasladarse por las copas de los árboles.
El profesor Kimbel y sus colegas le explican a la revista Science que los pies del A. afarensisdicen mucho sobre la forma en que vivió.
Se cree que era capaz de moverse por su entorno mucho más fácil y rápidamente, logrando potencialmente obtener suministros de comida más abundantes, dicen.
"La columna vertebral de Lucy tiene la doble curva que nuestra propia columna tiene", explica el profesor Kimbel.
"Sus caderas funcionaban como las humanas, proporcionándole equilibrio al cuerpo con cada paso, lo que en un bípedo, por supuesto, significa en realidad estar parado sobre una sola pierna a la vez en cada paso.
"Las rodillas, como en 'Lucy', se deslizan hacia abajo de tal manera que el hueso del muslo o fémur, realiza un ángulo hacia las rodillas desde la articulación de la cadera, tal como en los seres humanos.
"Y ahora podemos decir que en este antepasado humano antiguo el pie, también, está unido a otras regiones anatómicas de manera tal que tienden a una forma de locomoción fundamentalmente humana".
Se cree que el A. afarensisexistió entre alrededor de 2,9 millones y 3,7 millones de años atrás, y el área de Hadar ha albergado a cientos de especímenes fósiles de esa especie.
Consultado sobre las últimas investigaciones, el profesor Chris Stringer, paleontólogo del Museo de Historia Natural de Londres, dice que los científicos van recolectando datos más detallados sobre la posición de esta criatura.
"El bipedismo en Lucy ya estaba establecido, pero no se sabía en qué medida se parecía al nuestro", le dijo a la BBC.

"Lucy"
"¿Era como el andar de un pato o algo más elaborado?
"Y ciertamente hay evidencia en la parte superior del cuerpo de que los Australopithecustodavía estaban adaptados para trepar. Los huesos de la mano todavía estaban muy fuertemente curvados y sus brazos sugieren que todavía se trepaban a los árboles.
"Si hubieran estado sobre el suelo todo el tiempo, tendrían que haber buscado refugio en la noche y salir a campo abierto, lo que implica nuevos recursos como la recolección y el consumo de carne, por ejemplo.
"Si los Australopithecusiban por ese camino, sólo se hallaban al principio del mismo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario