Es curioso, pero en momentos en que en México llama tanto la atención el discurso de Andrés Manuel López Obrador, que pasó del mensaje radical a la prédica amorosa por el prójimo, el amor aparece en los discursos de otros políticos del mundo no necesariamente ligados a una imagen fraterna o amorosa.
Es el caso del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, quien se encuentra visitando varios países de América Latina en una gira por demás llamativa y de la que deben estar muy pendientes en Washington.
Resulta que Ahmadineyad, que ha impuesto en Irán un régimen fundamentalista y que se ha preparado con armas nucleares, llegó a Venezuela y en un acto junto al presidente Hugo Chávez bromeó sobre las bombas que tanto preocupan a Estados Unidos, y dijo que Irán y Venezuela están listos para lanzar una “bomba pero de amor”.
Lo que parece un simple chistorete con jiribilla política y diplomática, es lo que nos resulta interesante y curioso. El amor como eje temático de los discursos de los políticos, que también hablan de fraternidad y de “amistad para siempre”, es algo que en México resultó novedoso y que ha hecho que muchos volteen a ver al tabasqueño López Obrador y adviertan en él una transformación positiva.
¿Es pura casualidad que Andrés Manuel López Obrador coincida en hablar del “amor” con dos personajes como Chávez y Ahmadineyad o hay algún tipo de conexión entre las ideas de estos políticos?
Y se los hago como simple pregunta; ya en 2006, cuando buscó la Presidencia, se llegó a hablar de ligas entre Andrés Manuel y el gobierno bolivariano de Hugo Chávez; nunca se presentaron pruebas concretas, pero fueron públicos los mensajes en los que Chávez llegó a elogiar al tabasqueño, aunque éste siempre negó y rehuyó cualquier vínculo con el general venezolano.
Entre el presidente de Irán y Andrés Manuel se ve difícil que haya algún tipo de vinculación, aunque la presencia de grupos iraníes en México, vinculados a algunas organizaciones sociales de izquierda es algo que ya fue denunciado por Estados Unidos en 2010 y que incluso motivó la expulsión del embajador de Irán en nuestro país en aquel año por presiones de Washington.
No con eso digo, que estén vinculados el candidato de las izquierdas y el gobierno iraní, pero la presencia de agentes de Irán en México son datos verificables.
De hecho, dicen los expertos en política internacional, esta gira de Ahmadineyad tiene que ver con una estrategia de presencia en América Latina que el gobierno de Irán inició desde hace varios años.
En Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Cuba, países que visita, el líder musulmán ha tejido redes políticas y diplomáticas importantes, como parte de su plan para enfrentar a los Estados Unidos, nación que a su vez abandonó a los países latinoamericanos desde que se dedicó a combatir al terrorismo como su prioridad.
Aunque México no figura en la lista de países que visita y en los que tiene “presidentes amigos”, es claro que el interés de Irán por tener aliados y bases políticas contra Estados Unidos no ignoró la importancia geopolítica de nuestro país.
Así que si no tiene aún aliados importantes en México o bases operativas, no hay por qué pensar que Irán y su bromista presidente no estén pensando en tenerlas o, incluso, no estén trabajando para tenerlas.
Ya ven,cómo el amor tiene caminos misteriosos.
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