jueves, 29 de diciembre de 2011

Si no puedes vencerlos, impídeles votar

Todas las miradas se centran esta semana en Iowa, donde el variopinto grupo de precandidatos republicanos a la presidencia se pasea por ese estado agrícola en procura de la victoria, o al menos de conseguir un buen arranque, en la campaña por la elección del candidato presidencial de ese partido. Sin embargo, detrás del telón, los republicanos están librando una batalla, no entre ellos, sino contra los votantes estadounidenses. A lo largo y a lo ancho del país, los parlamentos estatales y los gobernadores están presionando para conseguir la aprobación de leyes que procuran restringir el acceso a las urnas, leyes que perjudicarán de forma desproporcionada a las personas de color y de bajos ingresos y a los votantes jóvenes y ancianos.

La Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP), y el Fondo para la Defensa Legal y la Educación de la NAACP publicaron un exhaustivo informe sobre la crisis, que se titula: "En defensa de la democracia: acabemos con las barreras del siglo XXI para votar en Estados Unidos." El informe dice: “La campaña actual de limitación del derecho al voto se centra en una ola de requerimientos restrictivos que exigen la presentación de un documento de identificación con fotografía emitido por el gobierno. En un esfuerzo coordinado, los legisladores de treinta y cuatro estados presentaron proyectos de ley que imponen dichos requerimientos. Muchos de estos proyectos de ley toman como modelo leyes redactadas por el Consejo Estadounidense de Intercambio Legislativo (ALEC), un grupo conservador cuyo fundador explica: ‘Nuestra incidencia en las elecciones se incrementa significativamente cuando la población de votantes se reduce.’”

Es interesante que la derecha, opositora de larga data de la exigencia de presentar una tarjeta de identificación de validez nacional, esté ahora completamente dispuesta a imponer requisitos de identificación con fotografía a nivel estatal. ¿Por qué será? Ben Jealous, presidente de la NAACP, afirma: “En realidad esto es una solución a un problema que no existe. El Departamento de Justicia detectó nueve casos de suplantación de votantes. George Bush pasó cinco años examinando millones de votos y detectó 86 casos, u 82 casos, en un período de cinco años. El estado de Nuevo México llevó a cabo una investigación del mismo tipo que le costó un millón de dólares y detectó el caso de dos personas. Como habrán visto, si hay 86 casos en cinco años, nueve en un año o dos en un estado, tenemos fiscales que pueden ocuparse del tema. Lo que en verdad debemos preguntarnos es cuál será el impacto de estas leyes. No van a hacer que el voto sea más seguro. Lo que van a hacer es imponer la primera barrera financiera entre la gente y las urnas desde que nos libramos del impuesto al sufragio.

No hay que buscar mucho para encontrar gente afectada por esta nueva ola de leyes de depuración de votantes. Darwin Spinks, un veterano de la Segunda Guerra Mundial de 86 años de edad oriundo de Murfreesboro, Tennessee, concurrió al Departamento de Vehículos Automotores para obtener una identificación con fotografía con el objetivo de votar, dado que a los conductores mayores de 60 años se les emiten licencias de conducir sin fotografía. Luego de esperar y hacer dos filas, se le informó que debía abonar ocho dólares. Exigir a un votante que pague para poder votar es inconstitucional desde la derogación del impuesto al sufragio en 1964. En Nashville, Thelma Mitchell, de 93 años de edad, tiene una tarjeta de identificación emitida por el estado, la que utilizó como empleada de limpieza del Capitolio estatal durante más de 30 años. La identificación le permitió ingresar a la oficina del gobernador durante décadas, pero ahora se le informó que no es suficiente para poder votar. Ella y su familia evalúan la posibilidad de presentar una demanda, todo lo cual representa un desafortunado incidente para una mujer que tiene más edad que el derecho al voto para las mujeres en este país.

No son sólo las personas de edad avanzada quienes ven afectado su derecho. El Centro Brennan para la Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York incluye entre la legislación que vulnera el derecho al voto a “los proyectos de ley que hacen que el registro para votar sea extremadamente difícil y arriesgado para los grupos de voluntarios, los proyectos que exigen a los votantes presentar documentos específicos de identificación con fotografía o de ciudadanía… los proyectos que impiden la votación anticipada o en ausencia, los que dificultan a los estudiantes y miembros activos en servicio del ejército registrarse para votar localmente y otros.”

Recientemente, el Fiscal General Eric Holder realizó declaraciones respecto a esta alarmante tendencia. Holder señaló: “Nuestro esfuerzo hace honor a las generaciones de estadounidenses que corrieron riesgos extraordinarios y que se enfrentaron valientemente al odio, a los prejuicios y a la ignorancia, así como a las cachiporras y a los chorros de agua, a las balas y a las bombas, para estar seguros de que sus hijos, y todos los ciudadanos estadounidenses, tendrían la oportunidad de participar en la labor de gobierno. El derecho al voto no sólo es una piedra angular de nuestro sistema de gobierno, es el sustento de nuestra democracia.”

Justamente esta semana, el Departamento de Justicia bloqueó una nueva ley de Carolina del Sur que exige a los votantes presentar identificación con fotografía en las mesas de votación, alegando que los datos presentados por Carolina del Sur mostraban que los votantes pertenecientes a las minorías tenían 20 por ciento más de probabilidades de no obtener una adecuada identificación con fotografía, exigida en los centros de votación.

Según cifras estimativas, la población total que podría perder su posibilidad de votar a causa de esta ola de leyes supera los 5 millones de votantes, la mayoría de los cuales se prevé votarían al Partido Demócrata. Los esfuerzos para desalentar la participación de los votantes no provienen de un verdadero movimiento de base, sino que son financiados por personas como los multimillonarios hermanos Koch, David y Charles. Este es el motivo por el que miles de personas, encabezadas por la NAACP, marcharon hace dos semanas desde la sede de Industrias Koch en Nueva York hacia el edificio de Naciones Unidas, donde se realizó una concentración por el derecho al voto en Estados Unidos.

Más allá de la gran atención que recibió en los medios la elección primaria en Iowa, es probable que los resultados de las elecciones reales de 2012 giren más en torno a la contienda entre multimillonarios que financian la política, como los hermanos Koch, y las miles de personas que exigen en las calles “una persona, un voto”.

El único que te ha sabido olvidar

Gisele-Bundchen-publica-foto-en-topless-600x354Una mujer en la playa, recostada sobre un camastro. Su sonrisa lo dice todo, aunque esconde los ojos bajo unas gafas de sol modernas. Ella no observa a la cámara, pero adivino su mirada vana. La fotografía me la envió Myriam por correo electrónico…

“¡Cómo sufro!”, decía el mensajito. Yo observé la imagen con detenimiento. Myriam se veía bastante bien en bikini. Siempre me encantaron sus piernas torneadas, aunque yo adivinaba que a los 35 se pondría igual de obesa que su madre. Pero a mí eso no me importaba porque no pretendía durar con ella más de cuatro años, que es lo que según los científicos es la fecha de caducidad del enamoramiento.

Bueno, en realidad no es que yo estuviera enamorado de ella pero al menos sí que me entusiasmaba pasar tiempo a su lado. Por mucho tiempo guardé esa fotografía, aún después de que terminamos.

Myriam llevaba puestas las gafas que le regalé en su anterior cumpleaños. A un lado había un bolso del que sobresalía, paradójicamente, un ejemplar de La insoportable levedad del ser, el libro que le presté y nunca me devolvió. Sobre la mesilla hay un par de cervezas. Abajo, sobre la arena estaban sus sandalias. Del otro lado del camastro de plástico blanco, apenas perceptibles, se asomaban unos tenis Reebok demasiado grandes para ser de ella. Aquello no tendría nada de raro si ella no me hubiera mentido. Yo le había propuesto que nos largáramos a Cancún unos días, pero ella me salió con eso de que “me encantaría, pero me voy a Huatulco con mi prima”.

No es que hubiera un compromiso real entre ella y yo, porque ambos éramos demasiado libres como para atarnos a los convencionalismos de pareja. Aún así, siempre que íbamos a alguna reunión me presentaba como su novio. Yo bromeaba con eso de “bueno, el novio de los jueves”. Y ella me reclamaba cuando la presentaba como “Ella es Myriam” y alegaba que “van a pensar que soy tu amante en turno”. Momento, la frenaba yo, “si yo fuera casado, serías mi amante. Y entre tú y yo los títulos salen sobrando”.

A ella no le bastaba con llegar de mi brazo, sino que tenía que fortalecer los lazos con eso de “lo de nosotros es algo más serio”. Pero estaba en que eran vísperas de año nuevo cuando me envió la fotografía y un texto que decía algo así como “este año nuevo no será lo mismo sin ti, me encantaría que estuvieras conmigo en una puesta de sol. Por favor, brindas por mí y me recuerdas con cariño”.

Así lo hice el primer día del nuevo año: levanté mi copa y pensé en Myriam unos instantes. Después de medianoche le mandé un mensaje a su celular, que nunca me respondió. Luego alegaría que las redes estaban saturadas. Tampoco le di mucha importancia.

Regresó cambiada, más distante que de costumbre. Fue espaciando nuestros encuentros. Hasta que un día me encontré a su prima en el supermercado. Nos saludamos y charlamos brevemente, le pregunté qué tal la habían pasado en Huatulco. Ella respondió que no había estado allí, que se fue con su novio a Puerto Vallarta.

La chica intuyó todo al ver mi sorpresa: “Creo que ya la regué. Ay, esa Myriam”. Ni te preocupes, solventé el mal rato. Nos despedimos y ella me dio un abrazo mientras me decía “habla con ella, porque yo creo que tú no te mereces eso”. Lo que debió decir es “tú te mereces algo mejor”. Por supuesto que no hablé con Myriam, sólo dejé de contestar sus mensajes y evadir sus llamadas.

Meses después un amigo en común me contó que ella se casaría con su jefe, quien dejó a su mujer por Myriam. Como ya había dicho, no había compromiso entre ella y yo, así que estaba en todo su derecho. Lo que sí me merecía, porque nos lo habíamos prometido, era un poco de honestidad de su parte. Pero ella no era del tipo de mujeres que suelen ser sinceras y mucho menos confiable. Tanto así que un buen día me llamó para decirme que “seguramente ya te enteraste”. Mi frialdad no la detuvo: “Si llamaste para invitarme a la boda, la neta es que me da weba rentar un smoking”. Myriam se río como si fuera algo divertido. “No seas tontito, no soy tan bruja. La verdad es que me gustaría verte, platicar contigo”. El pinche diablo era su mensajero, yo creo que por eso acepté.

El jueves siguiente nos fuimos a festejar su buena fortuna: el tipo le puso departamento en Polanco, coche a la puerta y tarjeta de crédito para “una reina que lo merece todo”. Ya con unos tragos encima me confesó que “Alonso es un buen tipo, pero no es mi tipo” y soltó una carcajada como si se le hubiera ocurrido una genialidad. Su jefe había sabido conquistarla, narró Myriam, con detalles y regalos cada vez más costosos. También aceptó que se largó con él a Huatulco a celebrar el Año Nuevo.

Perdóname por haberte ocultado eso”, pretextó mientras se acurrucaba en mi hombro. “Ya te perdoné hace mucho”, aclaré, “pero tampoco me pidas que sigamos tan amigos como siempre”. Y por qué no, algo así dijo ella, “además no te puedes ir sin darme mi despedida de soltera”. Ya estaba más ebria que de costumbre. “Tú siempre me has gustado mucho”, me besó en la boca y la verdad es que tampoco me resistí. Pero su embrujo ya no tenía el mismo efecto. Cuando se paró al baño, la observé con detenimiento. Lucía muy bien la desgraciada con sus jeans de marca y sus botas altas y ese bolso gigantesco... pero la noté un poco pasada de peso. Y cuando regresó del “tocador” su mirada que pretendía ser coqueta me pareció igual de sincera que el saludo de dos boxeadores antes del primer round.

Pedí la cuenta, aunque ella argumentó que “aún es muy temprano”. En cuanto salimos y “le dio el aire” se mareó por completo. En el coche sugirió que fuéramos a mi departamento “porque hay que aprovechar, qué tal si es la última vez que soy tuya”. Mi poco entusiasmo se difuminó por completo: “Myriam, tú nunca fuiste mía. Eres demasiado egoísta para pensar en alguien que no seas tú. Y yo no soy tu pendejo, o algo así, para que me llames cada que tu marido se vaya a un viaje de trabajo”. Más o menos eso resumió mi desencanto.

Así que la llevé a casa de sus padres y tardé en convencerla de que se quedara. “No me hagas esto, regálame esta noche aunque sea la última”, su borrachera era persistente. Ni madres. Azotó la puerta. “Pero un día me vas a pedir que vaya a buscarte”, me advirtió. Eso no sucedió. Aunque de vez en cuando estuve tentado a llamarle. No fue fácil olvidarla, no voy a negarlo, pero mi resentimiento fue una balsa que me llevó a otras islas. Hace un año exactamente me mandó una foto al celular: estaba en la playa, nuevamente, y agregaba “Ojalá estuvieras aquí”. Ella es quien no ha podido olvidar.

Supongo que no es feliz y que su mismo desencanto es el que la orilla a pensar que estoy solo, sentado en aquel sofá que compartimos, bebiendo en silencio, fumando hasta altas horas de la madrugada, graffiteando poemas en la pared de la sala. Eso es lo que ella quisiera. Yo no puedo invertir en más quimeras. Yo lo que pretendo es seguir al pie de la letra los destellos de Dante Guerra:

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“En tus silencios habito inmóvil,
en tus suspiros se aloja mi corazón gélido.
Y tus miradas frente al espejo frío
te devolverán el vacío de mi recuerdo.
No estarás, no, segura en tu trinchera,
no mientras te bombardean mis sonrisas,
mientras te atacan ejércitos de nostalgia.
Y tu cuerpo desnudo temblará de ansiedad
cuando mis besos fantasmas se deslicen por tu espalda.
Seguro maldecirás en silencio
por los días de calma que ya no tendrás,
no mientras yo sea el único que te ha sabido olvidar”.

Así que una vez más brindaré por otro año que se ha ido, igual que se han marchado los besos que no supiste atesorar. Y me gusta, me gusta eso de saber que yo sea el único que ha podido olvidar.

Roberto G. Castañeda

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Brindemos por los desesperados

brindisLa Navidad es una botarga del doctor Simi con gorro decembrino. La Navidad es esa musiquita chocante de las series navideñas. La Navidad es un niño que se quedará sin regalos, la tristeza del jubilado, la angustia de los desempleados…

La Navidad es esa multitud de desposeídos que comen pollo rostizado en Nochebuena. La Navidad es una anciana solitaria que mira con desgano el parpadear de las luces en el árbol. Y también es hastío, melancolía, lágrimas por los que se han ido, un brindis por los desesperados. La Navidad eres tú, llamando a quien extrañas; soy yo, pensando en este jodido año. Y también es la risa triunfadora de los que nos gobiernan, la felicidad de los que nos explotan, la ruindad de aquellos que nos han estafado. La Navidad es un huérfano que no recibirá muchos abrazos, el abuelo abandonado en el cuarto de servicio, la chavita que ignora a sus padres mientras se mensajea con sus amigas, el adolescente que llama a la novia antes que a la abuela. La Navidad son buenos deseos, abofeteados por esta pinche crisis que no cesa. Y tú estarás mortificado porque ya se acercan los Reyes Magos y el jodido aguinaldo que no alcanza ni para pintar la casa. Cómo carajos ser optimista cuando este país se derrumba entre balas, desfalcos estatales y promesas de campaña. Pero sobran pretextos en los discursos presidenciales. Y los políticos bromean frente a las cámaras, en tanto que los pobres no salen ni en los comerciales. Habrá que cenar, otra vez, ese pavo descongelado, la ensalada de manzana, el pollo rostizado. Habrá que tragar fuego, por enésima vez, porque esta tierra es cada vez más cenizas y cruces en el desierto. Habrá que brindar por los desposeídos, por los que se han ido, por los que no escaparon del fuego cruzado, por los que sólo tienen tristeza en la mirada y el alma en vilo.

Brindemos por los desaparecidos, esos que sólo engrosan las listas oficiales, los que serán llorados en ausencia, los que no estarán a nuestro lado para levantar la copa. Brindemos por ese himno de Rubén Blades que es un reclamo y una voz de los que nunca serán escuchados:

“‘Que alguien me diga si ha visto a mi esposo’,
preguntaba la doña; se llama Ernesto, tiene 40 años,
trabaja de celador en un negocio de carros.
Llevaba camisa oscura y pantalón claro.
Salió anteanoche y no ha regresado; no sé qué pensar.
Esto antes nunca me había pasado.
Llevo tres días buscando a mi hermana,
se llama Altagracia, igual que la abuela.
Salió del trabajo pa’la escuela.
Tenía puestos unos jeans y una camisa blanca.
No ha sido el novio. El tipo está en su casa.
No saben de ella en la policía, ni en el hospital...
¿A dónde van los desaparecidos?
Busca en el agua y en los matorrales.
¿Y por qué es que se desaparecen?
Porque no todos somos iguales.
¿Y cuándo vuelve el desaparecido?
Cada vez que los trae el pensamiento.
¿Cómo se le habla al desaparecido?
Con la emoción apretando por dentro”.

La Navidad es un comercial de Telcel, aquel aparador de Plaza Aragón, el árbol navideño en Parque Tezontle, el Santa Claus falso afuera del Wal-Mart y ese folleto de Soriana que promete descuentos. La Navidad es una invitación para endeudarse a largo plazo: “Compre ahora y empiece a pagar en marzo”. Sí, la Navidad es una magnífica oportunidad para reconciliarse con los que hemos alejado. A quién chingados engañamos. No seamos hipócritas: Daremos un abrazo cálido y no volveremos a verlos mientras queramos. Mejor sentémonos en silencio, observemos los rituales de nuestros padres, respetemos el brindis de la abuela, lloremos por lo que hay que llorar, elevemos alguna plegaria al cielo y pidamos blindaje especial para que no acabe de llevarnos la chingada. Yo sé, claro que lo sé, que son tiempos de paz y armonía y esas utopías que escriben en las tarjetas postales. Sí, yo sé, yo sé, así que no le hagan mucho caso a este inconsciente que tendría que estar haciendo una lista de buenos deseos.

Sí, son tiempos de armonía, de esperanza, de brindis y buenaventura, pero el asesino no descansa, ni el ladrón de cuello blanco, ni el político que nos atracará mañana, ni la líder sindical que nos estafa, ni el sicario con el cuerno de chivo, mucho menos el ladrón de nuestras esperanzas. Y no, no quiero, no, sonar amargado. Sólo soy un tonto que no cree en las cifras oficiales, ni en los informes maquillados. Sólo soy el mismo que levantaba la mano en el salón de clases, ese chamaco inconforme que no se quedaba callado, el tipo insolente que recita a los poetas más incendiarios, el que se ríe de sus miserables aumentos al salario mínimo. No, en verdad que no quiero sonar amargado... sólo pasa que a mi las Navidades me parece que se han distorsionado. Somos un ejército de desfavorecidos, millones de desesperados. Y será mejor salir a la calle y ser espléndido, unirse a una causa benéfica, cobijar a los que pasan frío, obsequiar un juguete al más desfavorecido del vecindario, sonreírle a todo mundo, abrazar a tu perro, separar la basura, no estacionarte en doble fila, darle propina decente al mesero, cederle el asiento a las embarazadas, respetar el derecho ajeno, no meterte en la vida de tus vecinas, sacar nueve en matemáticas, invertir en poesía y bien educar a tus hijos, emitir un voto razonado y renegar de los corruptos. Y hay que ser agradecido con tus padres, estar en gracia con los dioses y en paz con tus demonios. Habrá que levantarse con buen ánimo y partirse la madre otra vez y caerse y levantarse. Y volver a caer. Y levantarse. Habrá que ser un luchador incansable. Y no, seguramente no, no serás la mejor persona, ni el más noble de tu cuadra, pero algo estarás cambiando. Así que por ahora brindemos por los desesperados. Y maldigamos a los que no se cansan de estafarnos.

jueves, 15 de diciembre de 2011

El Apartheid climático

"Somos la mayoría silenciosa. Nos han dado un lugar en este auditorio pero nuestros intereses no están representados aquí. ¿Qué hay que hacer para poder participar en este juego? ¿Hay que ser lobbista, una empresa con influencia o tener dinero? Han estado negociando desde que nací", este fue parte del discurso pronunciado por Anjali Appadurai ante la sesión plenaria de la 17a Conferencia de las Partes de la ONU, o COP 17, el nombre oficial de la Conferencia sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas en Durban, Sudáfrica. Appadurai es una estudiante del instituto College of the Atlantic de Bar Harbor, Maine, especializado en ecología, que se dirigió al plenario en nombre de la delegación de jóvenes. Agregó: "En todo este tiempo, no cumplieron con los compromisos asumidos, no lograron las metas y rompieron sus promesas. Pero ya escucharon esto antes. Estamos en África, donde viven las comunidades más amenazadas por el cambio climático. Los países más pobres del mundo necesitan fondos para adaptación ahora".

Cuando terminó su discurso se puso a un costado del podio y con el micrófono apagado gritó a la enorme sala repleta de diplomáticos serios "¡Probando micrófono!", al igual que se hace en las protestas del movimiento Occupy. Entonces una multitud de jóvenes se puso de pie y comenzó a repetir junto a ella las consignas: "Igualdad ya", "No les quedan excusas". Se nos acaba el tiempo" y "Actúen ya".

Esto sucedió el viernes pasado en la sesión de clausura de la COP 17. Las negociaciones se prolongaron casi sin pausa hasta el domingo inclusive, con la esperanza de evitar un fracaso absoluto. Se debatió sobre la redacción y el fraseo (por ejemplo, el reemplazo de la expresión "acuerdo legal" por "un resultado acordado con fuerza legal", que parece haber sido el preferido en la Plataforma de Durban a pesar de las objeciones de India).

Los países participantes acordaron un calendario que se supone conducirá a un acuerdo en 2015 que comprometería a todos los países a reducir sus emisiones recién a partir de 2020, o sea, dentro de ocho años.

El ambientalista nigeriano Nnimmo Bassey, Presidente de Amigos de la Tierra Internacional, me dijo: "Un plazo de aquí a ocho años es una sentencia de muerte para África". Y agregó: "Estamos en una situación en la que se está negociando sobre una gran plataforma de hipocresía, falta de seriedad y falta de reconocimiento de que África está siendo gravemente afectada. Por cada aumento de un grado Celsius en la temperatura, África recibe un impacto mas profundo". Nnimmo Bassey describe la gravedad de las amenazas inmediatas en su nuevo libro sobre África titulado "To Cook a Continent" (Cocinar un continente).

Bassey es una de las tantas personas a las que les preocupa la absoluta falta de ambición que implica la Plataforma de Durban, que posterga hasta 2020 la reducción real y legalmente vinculante de las emisiones, a pesar de que los científicos a nivel mundial coinciden en que la meta fijada de limitar el aumento de la temperatura promedio mundial a 2 grados Celsius (3,6 grados Farenheit) pronto será imposible de lograr. En su informe Perspectiva Mundial de la Energía publicado en noviembre, la Agencia Internacional de Energía prevé que "la acumulación de emisiones de CO2 (dióxido de carbono) en los próximos 25 años representará el 75% del total acumulado en los últimos 110 años, lo que provocará un aumento a largo plazo de 3,5 grados Celsius de la temperatura promedio".

A pesar de las declaraciones optimistas que lo contradicen, muchos piensan que el Protocolo de Kioto murió en Durban. Pablo Solón, ex embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas y ex principal negociador de clima de dicho país, afirma que ahora Kioto es un "acuerdo zombie", que se mantendrá en pie durante cinco o siete años más, pero sin fuerza ni impacto alguno. Solón afirmó: "Decidieron no hacer reducciones drásticas ahora, entonces vamos a ser testigos de un grave aumento de la temperatura en los próximos años, y ésta se conocerá como la década perdida". Al día siguiente de que concluyeran las negociaciones, el Ministro de Medio Ambiente de Canadá, Peter Kent, anunció que su país se retiraba formalmente del Protocolo de Kioto. Se espera que le sigan Rusia y Japón, el país anfitrión de dichas negociaciones en 1997 y quien le dio su nombre al Protocolo.

El mayor contaminador de la historia del mundo, Estados Unidos, nunca ratificó el Protocolo de Kioto y aún se niega a hacerlo. Tanto Bassey como Solón se refieren al resultado de Durban como una forma de "apartheid climático".

A pesar de las promesas del Presidente Barack Obama de volver a posicionar a Estados Unidos en un papel de liderazgo en el tema de cambio climático, la trayectoria recorrida desde Copenhague en 2009 hasta Durban en 2011, pasando por Cancún en 2010, refuerza la declaración realizada en 1992 por el entonces Presidente George H.W. Bush antes de la Cumbre de la Tierra de Río, la antecesora de la cumbre en la que se estableció el Protocolo de Kioto. En ese momento, el Presidente Bush padre afirmó: "El estilo de vida de los estadounidenses no es negociable".

El "estilo de vida estadounidense" puede medirse en las emisiones de carbono per cápita. En Estados Unidos, en promedio, son liberadas cada año a la atmósfera alrededor de 20 toneladas métricas de dióxido de carbono per cápita, lo que lo convierte en uno de los 10 principales países emisores de carbono del mundo. De ahí se desprende que una calcomanía popular en Durban dijera: "Detengan el CO2lonialismo", en referencia a la sigla con la que se conoce al dióxido de carbono, CO2.

En comparación, China, que es actualmente el mayor emisor en términos absolutos, tiene emisiones per cápita de alrededor de 5 toneladas métricas, lo que lo posiciona en el puesto 80 del ranking. La población de India emite apenas 1,5 toneladas per cápita, apenas una fracción del nivel de Estados Unidos.

Entonces, parece ser que la intransigencia de Estados Unidos y su falta de voluntad de abandonar la adicción a los combustibles fósiles efectivamente mató a Kioto en Durban, una ciudad clave en la lucha de Sudáfrica contra el apartheid. Es por el reconocimiento de esta lucha que las palabras de cierre de Anjali Appadurai estuvieron imbuidas de un sentimiento de esperanza aportado por esta nueva generación de activistas del clima:

"[Nelson] Mandela dijo, 'Siempre parece imposible, hasta que se logra'. Entonces, distinguidos delegados y gobiernos de todo el mundo, gobiernos del mundo desarrollado: ¡reducción drástica de emisiones ya! Háganlo".

lunes, 12 de diciembre de 2011

Desvergonzados representantes impopulares

Fue la primera palabra que se me ocurrió, cuando supe la cantidad de aguinaldo, bonos y gratificaciones navideñas que se pagarían los cinicazos de los senadores de la República. Después se me vinieron a la mente muchas otras que no puedo publicar aquí por respeto a los lectores pero que bien se las merecen los dizque representantes populares que se acaban de autorizar una abusiva y grosera prestación de fin de año: 560 mil pesos para cada senador.

Más se me retorció el estómago del coraje cuando supe, ayer mismo, que la ridícula Comisión Nacional de Salarios Mínimos, esa entelequia creada por los gobiernos del PRI y mantenida absurdamente por los Presidentes del PAN, decretó aumento a los salarios mínimos en todo el país de 4.2%, lo que traducido en pesos significó un aumento de dos pesos con 75 centavos en el salario diario que percibe un trabajador; así, el salario máximo por día que recibe un empleado en México es de 67 pesos, lo que no alcanza siquiera para comer lo mínimo indispensable de calorías que requiere un ser humano en un día, sin contar calzado, vestido, habitación, transporte, etcétera.

¿Por qué tanta desigualdad en este país?, ¿por qué mientras un puñado de “representantes populares” (así entrecomillado) puede pagarse tantos cientos de miles de pesos, un trabajador asalariado, que se parte el lomo laborando uno o dos turnos, apenas gana para sobrevivir y nunca en su vida, ni trabajando como un burro podrá llegar a reunir y a ganar la cantidad que, con recursos públicos, se van a pagar los senadores en una sola exhibición?

Que un hombre como Carlos Slim o como Salinas Pliego o como Azcárraga o como el apellido que les guste de los millonarios de este país gane esas cantidades estratosféricas podría entenderse como parte de un sistema económico injusto y desigual, donde unos cuantos acumulan riqueza mientras la gran mayoría trabaja para sostener sus inmensas fortunas; pero que un puñado de funcionarios, que supuestamente representan al pueblo (y ese supuesto se basa en la Constitución) se dediquen a amasar esas cantidades de dinero tomándolo del erario, es francamente desvergonzado e inmoral.

Justo hoy se da a conocer en EL UNIVERSAL que la mayor parte de los pobres más pobres de este país son jóvenes menores de 18 años, es decir, jovencitos que en su edad más productiva están condenados a la miseria y a vivir en una condición de precariedad que ni siquiera les permitirá desarrollar todo su potencial como seres humanos.

Pero los senadores se van a celebrar la Navidad con los bolsillos bien repletos, igual que los diputados, los funcionarios de los altos niveles, los gobernadores, todos disfrutan y se enriquecen con el dinero del pueblo, mientras ese mismo pueblo apenas tiene para un modesto festejo navideño.

No hay manera de entender eso, no hay modo de llamarlo sin que nos gane el coraje, la impotencia, la indignación. Cada año se repite el mismo espectáculo grotesco y antiético, cada año por estas mismas épocas presenciamos, asqueados e incrédulos la misma rutina de inmoralidad de nuestros servidores públicos.

De un año a otro parece que no pasara nada: las cifras se repiten, las cantidades aumentan y el robo artero a los dineros públicos vuelve a ser el mismo. ¿Hasta cuándo, lo permitiremos? ¿Hasta cuándo nuestros funcionarios aprenderán que está bueno ser puercos, pero no tan trompudos?

miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿Burros o ilustrados?

No sé, quién sabe, si es mejor un político burro e inculto, que no puede recordar ni el título de un solo libro que haya leído en su vida o que confunde los nombres de los autores, o un político que ha leído mucho, que tiene una amplia cultura, pero cuando llega al poder termina actuando y gobernando como un “déspota ilustrado”.

Porque en México tenemos experiencias con los dos extremos de políticos, eh. Lo mismo nos gobernaron Presidentes incultos y sin mayores conocimientos de cultura general (híjole, todos pensaron en Chente Fox) que terminaron siendo bien folclóricos y lamentablemente ineptos a la hora de tomar decisiones, que también nos han gobernado Presidentes con amplísima cultura y conocimientos, pero que resultaron después los más perversos, autoritarios y déspotas (luego luego a pensar en Salinas o en el diablo de Echeverría, ¿verdad?).

Por eso les digo que no sé qué será peor. La verdad es que, con todo lo que digan, que si "guerra sucia", que si fue un "lapsus", que si se ponen nerviosos, la verdad es que los escasos conocimientos literarios que exhibieron penosamente en estos días varios aspirantes presidenciales y a otros cargos, no es sino el reflejo de un país que tiene muy bajos grados de educación, que no lee o lee muy poco y que para colmo tiene una educación altamente deficiente y secuestrada por grupos de interés.

Al final Enrique Peña Nieto, Ernesto Cordero o Mario Delgado no son distintos a una inmensa mayoría de mexicanos que difícilmente ha leído un libro en su vida o que no podría contestar un cuestionario básico sobre conocimientos literarios. Claro que la diferencia es que muchos de nosotros, que tampoco podemos presumir de ser muy cultos o leídos, no estamos chiflados ni queremos gobernar a un país, no tenemos esas ambiciones disparatadas de los hombres del poder, pues.

Así que si me preguntan a mí si es grave que Peña, Cordero y Delgado exhiban ese nivel de incultura, por supuesto que lo es.

Debería darles pena a todos ellos y a muchos otros políticos que se dicen "profesionales" no leer o confundir nombres de obras y escritores literarios. Ahora que si me preguntan si eso es importante para alguien que gobierna, les diría que, aunque sí es importante que un gobernante o funcionario público tenga conocimientos de cultura general y lea, a la hora de tomar decisiones de gobierno si es eficiente, honesto y cumple con su responsabilidad para con la sociedad, su incultura puede ser algo perdonable.

El problema es que en México, por la experiencia que hemos tenido, además de incultos y burros nos resultan ineptos, corruptos, inmorales. Eso es lo que no se perdona. Y para colmo, cuando tienen algo de cultura, cuando son políticos leídos e instruidos, tampoco nos salvamos de vicios como la corrupción, los excesos y la ineficiencia. Nadie duda, por ejemplo, que José López Portillo era un hombre letrado, tenía una de las bibliotecas más impresionantes que yo haya conocido y había leído infinidad de libros; ¿eso lo hizo mejor Presidente o evitó la corrupción en su sexenio? No.

O el caso que ya mencionamos de Carlos Salinas de Gortari, un hombre brillante, culto como pocos políticos y sin duda uno de los Presidentes mejor informados y actualizados en su momento. ¿Eso evitó ciertos rasgos de autoritarismo y que mantuviera en su gobierno prácticas de corrupción y de derroche de recursos públicos? Tampoco.

Así que les digo, quizá lo mejor sea apostar por políticos promedio en materia de cultura y conocimientos. Ni tan burros como para no poder mencionar un solo libro que hayan leído de manera correcta y sin ponerse tan nerviosos como si fuera un examen dificilísimo, ni tan ilustrados que una vez en el poder derrochan despotismo y autoritarismo.

La ALDF cobrara “Mes 13”, ¿y los habitantes de la ciudad para cuando?

Este fin de año, los 66 Asambleístas que integran la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) recibirán, adicional a su aguinaldo, un bono extraordinario denominado “mes 13”.

De acuerdo con el presidente del Comité de Administración del órgano legislativo, Víctor Hugo Romo, equivale a un mes de dieta (68 mil 893 pesos).

Es decir, cada diputado gozará de 13 dietas (salarios mensuales de los legisladores) en un año, cuando en sentido estricto deberían ser 12 meses; el cobro número 13 será en enero.

Para ello, la Comisión de Gobierno de la ALDF firmó un acuerdo que autoriza esta partida especial; de ello se le instruyó a la Oficialía Mayor y se le notificó al Comité de Administración para que este rubro se pague en enero.

También se contempla entregar a cada legislador el equivalente a 40 días de salario como aguinaldo.

Por este concepto y conforme a lo establecido en los tabuladores de la ALDF en el apartado de transparencia, los diputados de las cinco bancadas obtendrán 91 mil 857 pesos de aguinaldo.

A lo anterior se suman 241 mil 134.91 pesos que reciben los legisladores por concepto de las siete prerrogativas asignadas por la Tesorería General.

Éstas son: apoyo de servicios extraordinarios (80 mil pesos), trabajo legislativo (79 mil 940), asesorías (36 mil 861), fondo revolvente (7 mil); asignación de módulo (10 mil 183); renta de módulo (15 mil 150), y complemento gasto de operación (12 mil).

Así, cada uno de los 66 legisladores debería recibir en diciembre, de acuerdo con la normatividad, 401 mil 885 pesos, entre prerrogativas ($241 mil 134), aguinaldo ($91 mil 857) y su dieta decembrina ($68 mil 893).

Sin embargo, de las siete prerrogativas las tres primeras se obtienen vía los grupos parlamentarios (cerca de 196 mil pesos), cuyos encargados los reparten de manera discrecional. Las cuatro restantes (más de 44 mil pesos), se perciben vía la Tesorería, por lo que los 66 legisladores tienen acceso directo a esos recursos.

Y, para iniciar la cuesta de enero, los representantes populares tendrán, además, el beneficio del mes 13, “conforme al acuerdo de austeridad aprobado por la Comisión de Gobierno”.

El recurso se autorizó por esta ocasión para enero de 2012, por lo que ese mes recibirán 378 mil 921.243 pesos, pues además de la dieta regular recibirán las siete prerrogativas mensuales.

Se dio a conocer los siete tipos de prerrogativas, el 25 de mayo pasado, que tiene la ALDF con base en tabuladores y cheques de la Tesorería General de ese órgano.

Diputados dijeron que hay conceptos que no conocían, pues se ha manejado la entrega de estos recursos de forma discrecional; por lo que hay quienes sólo ven su dieta, aguinaldo y demás prestaciones, sin prerrogativas, pero otros obtienen todos los beneficios.

Sobre el llamado “mes 13”, la diputada del PRD Aleida Alavez, secretaria de la Comisión de Gobierno, afirmó de la Asamblea informó que este recurso está destinado para el pago de aguinaldos de los empleados que laboran en los Módulos de Atención.

Mientras que sus homólogos del PRD, Alejandra Barrales, Karen Quiroga, Lizbeth Rosas y Erasto Ensástiga, José Alberto Couttolenc (PVEM), los priístas Leobardo Urbina y Alicia Téllez, y del PAN, Guillermo Huerta y Geovanni Gutiérrez, aseguraron no recordar esa partida.

Khemvirg Puente, investigador de la UNAM, consideró que el mayor problema que enfrentan los parlamentos, como la ALDF, es falta de claridad en la forma como se gastan los recursos.

Explicó que no importa la cantidad que se asignen en prerrogativas y bonos especiales, sino que se traduzca en mejoras para la ciudadanía.

El especialista en temas legislativos sostuvo que es necesario modificar el sistema de rendición de cuentas, a fin de se que justifique el quehacer de los diputados locales.

Órganos Electorales

Los siete consejeros del Instituto Electoral del DF también se entregarán un aguinaldo de por lo menos 40 días de salario, vales y hasta un pavo.

Lo estipulado en su normatividad señala que, con base en el salario mensual, de los consejeros (165 mil 604.5 pesos), obtendrán un aguinaldo de 220 mil 806 pesos cada uno. Aunado a 12 mil 500 pesos de vales y el pavo.

Respecto de los magistrados del Tribunal Electoral del DF, se estima que obtendrán 40 días de salario, que es de 157 mil 884 pesos, a excepción del presidente, con 160 mil 748 pesos.

Es decir, cada magistrado recibirá 210 mil 512 pesos, además de que tienen previsto un bono de 22 días de salario si hay suficiencia presupuestal.

Estos representantes populares trabajan en forma 4 de los 12 meses reales, pero cobran 13. Y vuelvo a preguntar, ¿y el sujeto colectivo promedio cuando tendrá algo parecido?

Saber perder

Como Felipe Calderón literalmente se está quedando sin gabinete, no le ha quedado más que acudir a funcionarios de tercer nivel para sacar lo que queda de su administración; su círculo cercano de colaboradores, al darse cuenta que el PAN no repetirá en la Presidencia, prácticamente tiró la toalla y andan en la búsqueda desesperada de candidaturas locales y plurinominales para no quedarse sin chamba.

Hasta la funcionaria que hace las invitaciones en Los Pinos anda apuntada para una regiduría; uno por uno, están dejando solo a su jefe. Y eso se nota en el tono molesto de sus declaraciones, parece que en la visita a Hugo Chávez algo se le pegó de su estilo y nada más le falta culpar al “imperio” de sus fracasos. Pensándolo bien ya lo hizo, pues pese a las palmadas en la espalda que le dio Obama cuando le dijo que era el Eliot Ness mexicano, Calderón criticó a EU por no hacer nada por impedir el consumo y tráfico de drogas.

Aunque nuestro Presidente no canta las rancheras como Chávez, a los legisladores sí les ha recitado el Son de la Negra porque dice que “nada más le dicen sí pero no cuándo”. Yo creo que en lugar de rancheras mejor debería pensar en uno que otro bolero, como ese que dice: “…pero no hay que llorar…

LO MISMO PIERDE UN HOMBRE QUE UNA MUJER. Y así perdió la hermana del Presidente, quien no se resigna de esa derrota estrepitosa en su propia tierra. Ha vuelto al ataque y ordenó al panismo, como consigna, “una y otra vez, diariamente, martillar y martillar” con su verdad. Una verdad sustentada en falsos héroes y mártires que ignora las otras 50 mil vidas de su fallida guerra; tan falsa como decir que perdió en Michoacán por las amenazas del crimen en un proceso con más de 50% de participación, ciudadanos que si realmente estuvieron amenazados, se hubieran quedado en casa. Lo que sí vimos fue a una candidata declarándose vencedora, brincando feliz sobre la tumba de un alcalde asesinado.

Tampoco puedo olvidar la ceremonia en el Campo Marte tras la muerte de Blake Mora; todo iba conforme al ritual, pero en el momento del abrazo a la viuda y su hijita, esos rostros de tristeza estoicamente contenida, se convirtieron en llanto cuando se le ocurrió a Calderón pedirle a sus ayudantes que les entregaran la foto de su papá que estaba al pie del féretro. “Yo no quiero una foto, yo quiero a mi papá”, parecía decirle la niña con la mirada, en un reclamo que se quebró en sollozo salido del fondo del alma.

EL SILBIDITO. También lo siento por el ciudadano común (sobre todo yo), que ya de por sí está hasta el gorro de la campaña del silbidito con que el gobierno federal presume haber construido inseguras carreteras por donde nadie viaja; porque ahora habremos de soportar la estrategia de la cantaleta, tan criticada por él cuando las peticiones de cambiar su estrategia de seguridad; pero que ahora ve adecuada en la versión de martillar y martillar “hasta que penetre en la conciencia nacional” su obsesión por detener al PRI.

JAMES BOND REGIÓN 4. Si ya teníamos un Eliot Ness mexicano, también tenemos la versión región 4 del Agente 007. Alejandro Poiré anunció que acaba de desmantelar una operación que intentaba internar en México a uno de los hijos Gadafi, el dictador libio recientemente asesinado; de inmediato la felicitación del gobierno de EU, que ya aprendió que con una sobada de lomo el gobierno mexicano olvida el tráfico de armas y lavado de dólares de las agencias policiacas gringas.

ESTATE QUIETO. Un oportuno llamado a que no se haga de la seguridad un pretexto del gobierno federal para influir en las elecciones hizo Enrique Peña durante el Foro de la Democracia Latinoamericana, donde estuvo acompañado por el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, y el doctor Lorenzo Córdova, investigador de la UNAM. Peña Nieto fue aplaudido cuando mencionó que no se puede caer en la tentación de impedir el ejercicio de los derechos políticos en aras de la pretendida seguridad; que en materia de elecciones se necesita una actitud similar a la española, donde se sabe reconocer la derrota y se adopta con humildad el triunfo. México, dijo, necesita una democracia de resultados y que no se quiera ganar con juicios lo que no se obtiene en las urnas.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Ni a cuál irle

De verdad, en este país estamos fregados; mientras el presidente Felipe Calderón celebraba con bombo y platillo sus cinco años de gobierno, con todo y papelitos de colores y fiesta, dos de los principales precandidatos a la Presidencia se tropezaban de una manera penosa y a la vez claridosa de a quiénes tenemos enfrente en esta contienda por el poder.

Calderón se mandó a hacer todo un acto de festejo porque el jueves se cumplió un lustro de su accidentada llegada al poder. Muy distinto lucía el domingo el festejo en el Campo Marte, con confeti, música y amigos, de aquel 1 de diciembre de 2006 cuando, en el Palacio de San Lázaro, todo eran gritos, empujones, patadas y jaloneos para tratar de impedir que Calderón dijera el constitucional: “Sí protesto”, con el que se convertía en Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

En su balance, el mandatario describió un México que ha hecho de la lucha contra el crimen su mayor prioridad, aunque también habló de cifras positivas en salud, en infraestructura y en creación de empleos, pero sobre todo culpó a otros partidos por negarle la aprobación en el Congreso de sus propuestas y reformas.

Muy distinto el país visto desde la óptica presidencial al que vieron diversos analistas en la evaluación de estos cinco años: desde los 47 mil muertos en la guerra contra el narcotráfico, la violencia y la zozobra en amplias zonas del país, hasta la caída en el ingreso de los mexicanos en 25%, según el Instituto Tecnológico de Monterrey y el incremento de la desocupación y la pobreza.

Pero si Calderón chocaba en su visión con la realidad que ven sus críticos, Enrique Peña Nieto, el precandidato puntero en las encuestas, se estrellaba con su propia realidad y sus propias limitaciones. ¿Si yo les pregunto, el título de un libro que hayan leído, que de verdad hayan leído, lo recordarían junto con el nombre de su autor? Si realmente lo leyeron no tengo ninguna duda de que lo harían. Lo que bien se lee no se olvida, y a Peña se le olvidó el sábado cuáles han sido los tres libros que más le han gustado en su vida.

Trastabillando, sin poder mencionar un solo título y autor claramente, el aspirante del PRI a la Presidencia dejó serias dudas de si de verdad ha leído algo más que el promedio de lectura de los mexicanos, que es de medio libro al año. Comenzó por decir que ha leído varias novelas, pero no pudo citar un solo nombre; luego mencionó ¡La Biblia!, que tampoco dijo la leyó completa, para después resbalarse al mencionar la novela histórica “La silla del águila” como de la autoría del historiador Enrique Krauze, cuando realmente es obra del escritor Carlos Fuentes.

Ya no hacía falta más para que el desliz literario de Peña Nieto se volviera uno de los temas más comentados en las redes sociales, motivo de mofas, críticas y burlas, cuando a su pequeña hija Paulina, de 13 años de edad, se le ocurrió reenviar por su cuenta de twitter un comentario de su novio que tachaba de “pendejos y prole” a todos los que se burlaron y criticaron la pifia de su papá “por envidia”.

La niña, entendiblemente molesta por las burlas a su padre, le echó más leña al fuego y tuvo que salir primero el mismo Peña a disculparse por su lenguaje, y luego ella misma a explicar y decir que se arrepentía de reenviar el mensaje.

Y si creen que ahí paró todo, se equivocan, para que vean que Peña no está solo en eso de la incultura, el precandidato del PAN, Ernesto Cordero, quiso aprovecharse del tropezón de Peña y dijo en el radio que él sí había leído varios libros y podía mencionarlos, cambiando el nombre de la escritora colombiana Laura Restrepo por el de Isabel Restrepo, a quien mencionó como autora del libro “La isla de la pasión”. ¡No te ayudes Ernesto!, queriendo aprovechar el momento, Cordero también resbaló y confirmó que los terrenos literarios y culturales no se les dan a nuestros políticos, sin importar mucho el partido.

Así que, pónganse abusados en la observación de los candidatos que ya empiezan a mostrar sus pies de barro; como dijera aquel clásico en materia de aspirantes presidenciales burros que se nos han colado varios: “Ya nos saquearon, no nos volverán a saquear”. ¿O sí?

jueves, 24 de noviembre de 2011

Y que les brinca la violencia

¿Se enteraron de ayer? En plena ciudad de Houston, en el estado norteamericano de Texas, un grupo de presuntos Zetas que iban a ser capturados en un operativo abrió fuego contra un tráiler y desató una ola de reacciones en la opinión pública y las autoridades de Estados Unidos que, por primera vez, vieron cruzar hasta su territorio la violencia del narcotráfico que en México hemos padecido en los últimos cinco años.

 

Las camionetas se detuvieron, bloquearon el camión, y los cuatro individuos salieron de ellas disparando. Mataron de inmediato al chofer del camión”, citó un portavoz de la DEA.

Luego, los agentes dispararon contra los cuatro hombres, cuando varios vehículos de la policía local llegaron a auxiliar a los agentes. Uno de los agentes resultó herido en la pierna.

El medio destaca que, aunque la DEA no lo ha confirmado, el diario Houston Chronicle dijo que el conductor del camión era un informante de la agencia, infiltrado en el cártel de Sinaloa.

En apariencia, la operación de la DEA perseguía otro objetivo, por lo que la aparición de Los Zetas los tomó por sorpresa. A estos hombres se les acusa de asesinato con premeditación, aunque no se sabe si su objetivo era la droga o privar de la vida al conductor del vehículo.

No vamos a tolerar ese tipo de violencia”, “No estamos acostumbrados a esto”, “Todo mundo está sorprendido con el descaro del ataque”, declararon a la prensa funcionarios de la DEA y autoridades de Texas que no daban crédito a lo ocurrido en plena vía pública, a la luz del día. Escenas como esa que se vivió en Houston, que le costó la vida a un civil que colaboraba con las autoridades y un oficial quedó herido, son cosa de todos los días en México, pero a los estadounidenses les pareció algo inaudito en su territorio.

Según narran las crónicas, en el condado de Harris, un camionero a bordo de un tráiler, que supuestamente entregaría droga, fue atacado repentinamente por tres camionetas en las que viajaban los presuntos Zetas, que abrieron fuego contra el camión que supuestamente llevaba la droga. De inmediato, agentes de seguridad repelieron la agresión y la balacera sorprendió a los texanos, que ya habían vivido el fenómeno de las pandillas del narco en la frontera, y que están acostumbrados a que en sus ciudades vivan y se muevan narcos mexicanos que en su territorio están seguros, pero nunca habían visto una balacera de esa magnitud en las calles nada menos que de Houston.

Así que la indignación, ya se pueden imaginar, es mayúscula en Texas y en Estados Unidos. Ya se pueden esperar toda clase de reacciones, desde la Casa Blanca hasta la DEA, pasando por el Departamento de Estado o la oficina de Janet Napolitano.

Y es que la violencia del narco está bien en México, donde puede haber todos los días balaceras en las calles, asesinatos violentos, ejecuciones de policías y funcionarios, pero en territorio de EU, ¡jamás! Ahí sólo quieren la droga que en cargamentos de cocaína, mariguana o metanfetaminas cruza todos los días la frontera, ya sea por tierra, aire o mar, y llega puntual a territorio americano y de ahí se distribuye, sin muertos ni violencia, a las principales ciudades donde viven los millones de junkies y drogadictos gringos.

La droga para acá y los muertos y la violencia para México parece ser la consigna de Washington que, lejos de lamentar la situación de horror y violencia que hemos vivido los mexicanos en los últimos años, particularmente en el sexenio de Calderón, lo celebran y aplauden como una “guerra justa y necesaria” en la que nosotros ponemos los muertos y ellos se fuman la droga y mantienen su economía con las millonarias ganancias económicas que genera el narcotráfico.

Pero ayer les tocó sentir lo que son los balazos a plena luz del día, en cualquier calle o avenida de una ciudad. Seguro no les gustará nada y lanzarán operativos y acciones para rastrear y eliminar a los narcos que se les han infiltrado en sus ciudades y que, en muchos casos ante su negligencia o desinterés, viven tranquilamente en territorio de EU o, como en el caso de El Chapo Guzmán, cruzan cuando quieren sin ser molestados y hasta tienen hijos nacidos allá donde encuentran un refugio tranquilo.

Nadie quiere que la violencia afecte a otros, pero en este caso, tal vez lo ocurrido en Houston, con esta balacera en las calles de la importante ciudad texana, sirva para que las autoridades de EU dejen de ser tan insensibles sobre la violencia brutal que se vive en amplias regiones de México y en la que ellos han sido parte clave al alentar y mantener una guerra que, lejos de debilitar al crimen, sólo ha afectado a los ciudadanos que han visto perdida su seguridad y tranquilidad, cuando no su propia vida.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Bendita, bendita tu luz

Hace un año a esta precisa hora, conocí a una sensacional persona que cambio mi vida, le dio un nuevo enfoque y me dio el impulso para seguir adelante con mis sueños que ya estaban alicaídos en ese entonces.

Pongo el video porque me parece idóneo. Las circunstancias nos pusieron de frente, el destino, el fatum, la alineación cósmica o como quiera llamarse, nos unió en ese momento.

Bendito el lugar y el motivo de estar ahí. Bendita la coincidencia.

Bendito el reloj que nos puso puntual ahí. Bendita sea tu presencia.

Unos sensacionales días que me permitieron conocerla a fondo como persona, genial, interesante, agradable, como alguien que le preocupa el entorno, que tiene sueños e ilusiones (infantiles para muchos). Ver como somos tan símiles y ver como aun con la adversidad no se había dado por vencida, me incitaron, me convencieron que debía continuar creando, ayudando al prójimo y haciendo realidad mis sueños.

Hoy, a pesar de la distancia y la falta de encuentro, te doy las gracias. Aunque no lo creas hiciste mucho por mi, mas de lo que te imaginas, se que en un futuro nada lejano nuestros proyectos volverán a unirse, estaremos juntos trabajando hombro con hombro.

Benditos ojos que me esquivaban, simulaban, decían que me ignoraban. Y de repente sostienes la mirada.

Quizás no recuerdes este momento, pero para mi fue significativo. Tanto que como puedes ver recuerdo el día y la hora que nos unieron. Espero le des la misma importancia o quizás ya se la estés dando (detalle que me fascinaría).

Seguimos en contact. Hasta pronto.

lunes, 14 de noviembre de 2011

De robos y fraudes. Y nadie, hace nada

paquiNo veía un robo tan descarado, desde que Carlos Salinas llegó a la Presidencia en 1988 con todo y su “caída del sistema”; no había visto un fraude cometido en las narices de tanta gente, desde que Felipe Calderón llegó a Los Pinos “haiga sido como haiga sido” en el 2006. Y el sábado, esa sensación de sentirse robado, estafado, defraudado volvió a mí, como seguramente a muchos de ustedes, cuando los jueces de la Organización Mundial de Boxeo le dieron el triunfo a Manny Pacquiao frente al mexicano Juan Manuel Márquez.

Nadie de mis conocidos y un servidor podíamos creerlo. Junto con un grupo de amigos que invitamos a casa para ver la pelea, nos jalábamos los pelos, gritábamos impotentes y se la refrescábamos a los tres jueces que burda e injustamente decidieron que Márquez había perdido, cuando todos vimos claramente una mucho mejor pelea del mexicano que del campeón filipino.

Por supuesto que, como en todos los robos, hubo intereses de por medio. Las apuestas en los casinos estaban 70 a 1 a favor del campeón Pacquiao, ¿se imaginan si hubieran reconocido el triunfo del mexicano cuánto dinero hubieran perdido los dueños de los casinos, que no son otros en origen que los mafiosos de los Estados Unidos?

No sólo eso, la que está llamada a publicitarse como la “pelea del siglo” y un negocio multimillonario para los promotores y directivos del boxeo, el combate entre Pacquiao y Floyd Maywather, no podía llevarse a cabo si los jueces hubieran sido honestos con lo que ocurrió y le hubieran dado la victoria al mexicano Márquez. ¿Saben cuántos contratos de publicidad, de televisión y de cuanta cosa se imaginen debe haber ya vendidos para esa pelea? Lo negativo de todo esto, es que la credibilidad del boxeo como deporte queda en entredicho. Si ya había sospechas y ha habido casos documentados de peleas arregladas, de boxeadores a quienes les ponen rivales a modo para hacerlos ascender, si desde hace tiempo se sabe que las apuestas y los casinos se apropiaron de lo que empezó siendo un deporte limpio y con reglas, hoy se confirma que el boxeo, más que deporte, ha sido prostituido y convertido en un espectáculo ya no con deportistas, sino con “estrellas” como Pacquiao que harán todo lo que tengan que hacer, incluso ser deshonestos, para lograr que funcione la máquina de hacer dinero en la que han convertido al boxeo.

Porque el gran Pacquiao, admirado por muchos jóvenes y niños en el mundo, no pudo ocultar una mueca de incomodidad cuando le levantaron el brazo y le colocaron el cinturón de campeón mundial que logró retener “haiga sido como haiga sido” el sábado en Las Vegas. Él, que ha sido considerado el mejor peleador del mundo “libra por libra”, sale también raspado de este penoso episodio y demuestra que, al final, más que un boxeador fenómeno como muchos lo veían, es una pieza más en la millonaria industria de dinero que es el box profesional.

Dicen los expertos que tal vez Juan Manuel Márquez equivocó la estrategia y que en lugar de apostarle a una decisión y a dar una pelea impecable en lo técnico, debió haber buscado desde el principio un knock out que era la única forma en la que le sería reconocido un triunfo sobre el campeón Paquiao. “No había manera que le ganara por decisión, sobre todo en una decisión apretada, los jueces siempre tenderán a favorecer al campeón”, dijo un experto de la televisión estadounidense, quien sin embargo decía que él no vio ganar a Manny.

En fin, nos quedaremos con la frustración y el coraje de haber sido asaltados, robados vilmente. Y lo peor es que lo seguiremos sintiendo cada mes, ya no por las peleas de box en Las Vegas, sino por los “gasolinazos” que cada mes nos seguirá recetando el gobierno de Calderón, con sus “aumentos graduales” a la gasolina. Ese robo, también descarado e impune, sí que duele y molesta, lo otro al final es sólo box.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Presupuesto de salud, una evaluación de la política

La aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) es una tarea clave de la Cámara de Diputados y un mecanismo para acotar el Poder Ejecutivo. La distribución de los recursos fiscales entre distintas actividades debe expresar las prioridades de la nación. Por ello es muy importante que la discusión sobre el presupuesto se haga de cara a los ciudadanos y de manera que ellos puedan entender las implicaciones para su vida diaria.

La salud puede parecer uno de los ámbitos sociales más favorecido durante este gobierno, pero esto depende de cómo se presentan los datos del presupuesto. Sin embargo, si se analizan con detenimiento, el panorama es disímil.

En primer lugar es necesario subrayar que el gasto público federal en salud es la suma de los recursos dedicados a la Secretaría de Salud (SSA), los Servicios Estatales de Salud y los de las instituciones de seguridad social (Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y las secretarías de Defensa y Marina). Este gasto total es de 409.4 mil millones de pesos para 2012 y representa 2.8 por ciento del  producto interno bruto (PIB). Al incluir el gasto de las entidades federativas es del orden de 3.0 a 3.1 del PIB, muy lejano del 4.9 por ciento reportado a las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud (OMS/OPS). Este porcentaje se compara además desfavorablemente con países como Brasil, Argentina, Chile, Uruguay e incluso Bolivia.

La parte del presupuesto total de salud que ha crecido más rápidamente es de la SSA, mientras que el del IMSS ha sido particularmente perjudicado. El incremento del presupuesto de la SSA corresponde principalmente a la parte manejada por la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), que en el PEF de 2012 corresponde al 70 por ciento del total. Esto se explica por los recursos dedicados al Seguro Popular (SP) y el Seguro Médico para una Nueva Generación, que juntos representan el 63 por ciento del presupuesto de la SSA. La importancia de ello es que debería permitir a los beneficiarios acceder a los servicios de salud sin costo al removerse la barrera económica.

Los datos desmienten que el aumento presupuestal efectivamente garantice el acceso. La propia CNPSS calcula el costo de los servicios incluidos en el Catálogo Universal de Servicios de Salud (Causes) en mil 999.5 pesos por persona en 2011. El número de beneficiarios reportado por la CNPSS en junio de 2011 era de 48.5 millones y alcanzando la cobertura universal del SP serían 51.3 millones. La simple multiplicación de personas por el costo del Causes demuestra que el presupuesto asignado tiene un déficit de entre 44 y 49.5 mil millones de pesos o del 45 al 50 por ciento en 2012; situación que concuerda con el señalamiento de la Auditoría Superior de la Federación en 2005.

Otro faceta del presupuesto destinado al SP es su uso por parte de las entidades federativas. El PEF exige a los estados rendir cuentas al CNPSS sobre su ejercicio, aunque los rubros por reportar disminuyeron entre 2010 y 2011. La primera obligación es informar sobre el destino de las transferencias que se exhibe en la página web de la CNPSS. En agosto de 2011 faltaba por informar sobre 18 mil millones de pesos o el 50 por ciento del presupuesto transferido en 2010. Ningún estado había informado al 100 por ciento y cinco estados no habían informado.

Una queja muy recurrente de los beneficiarios del SP es la falta de medicamentos en las unidades médicas. El PEF especifica que las entidades federativas pueden utilizar hasta el 30 por ciento de los recursos transferidos en su compra. Sin embargo, sólo se gastó el 6.5 por ciento de las transferencias en medicamentos en 2010, según la página de la CNPSS y en la absoluta mayoría de los estados no llegó al 10 por ciento. En este contexto, es de subrayar que una de la supuestas ventajas de este seguro es que permitiría el acceso a los medicamentos que son frecuentemente más caros que la consulta, e incluso que una intervención quirúrgica sencilla.

Anteriormente señalé que casi todos los funcionarios de primer nivel de la SSA son economistas o administradores, lo que no ha impedido el caos en su administración y las malas prácticas económicas. Los diputados tienen la responsabilidad de proveer a todas las instituciones de salud el presupuesto que requieren para garantizar una atención digna y técnicamente correcta a los mexicanos, pero tienen además los instrumentos para supervisar y hacer cumplir el ejercicio presupuestal. ¡Qué ejerzan sus facultades!

miércoles, 5 de octubre de 2011

La salud pública, ¿una ciencia económico-administrativa-jurídica?

La designación del economista Salomón Chertorivski como nuevo secretario de Salud ha pasado prácticamente desapercibida, en contraste con la controversia que causó el nombramiento del abogado José Antonio González Fernández en 1999. Los otros dos cargos más importantes de la estructura de salud pública (los comisionados del Seguro Popular [SP] y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios [COFEPRIS]) están ocupados por el administrador público David García Junco, antes director general de Afiliación y Operación del SP y ex asesor del Banco Mundial, y el abogado Mikel Arreola, proveniente de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, respectivamente.

Esta sustitución de profesionales de la salud por economistas y administradores no es privativa de México y refleja dos tendencias importantes en el sector salud. Por un lado, éste se ha convertido en un ámbito disputado por el capital privado, sea en su forma financiero-asegurador, farmacéutico-tecnológico o prestador de servicios, ya que representa un sector económico de primer orden al corresponder del 5 al 13 por ciento del producto interno bruto (PIB) de los países. Por otro lado, este hecho se expresa dentro del ámbito del pensamiento en salud pública, donde la “economía de la salud” hoy ocupa un lugar de creciente prominencia. Así el centro de gravitación ha dejado de ser la salud de la población y el sufrimiento humano causado por la enfermedad y  la muerte prematura, y con ello los valores éticos han sido sustituidos por cálculos de costo-beneficio y de sustentabilidad de los servicios en el contexto de las prioridades financieras de los gobiernos. Una manifestación de ello es el explosivo crecimiento de las áreas económico-administrativas de los servicios de salud que tiene un costo muy alto, mientras que el personal en contacto directo con la población o el paciente se ha estancado o disminuido.

Las declaraciones del nuevo secretario de Salud demuestran su poco conocimiento sobre los principales problemas de salud pública y las condiciones en las cuales se encuentra el sistema sanitario. Durante su tránsito por el SP promovió la idea de la próxima cobertura universal de un seguro de salud que fue desmentida por los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). Asimismo expuso la amplia “cobertura médica” del SP que incluiría a mil 400 enfermedades, cuando en la clasificación internacional no sobrepasan 900, revolviendo intervenciones, acciones y enfermedades. Tanto él como su sucesor han enfatizado la importante inversión en infraestructura del SP, cuando sólo ha sido de 3 mil millones, que apenas alcanzaría para ocho hospitales generales ante un déficit de 180 hospitales de 100 camas. La subsecretaria de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Maki Ortiz, tampoco constituye un apoyo experto, ya que no tiene otro mérito que ser una fiel militante del Partido Acción Nacional.

La responsabilidad de garantizar la seguridad sanitaria de la población, encargada a COFEPRIS, es de alta complejidad porque involucra desde la seguridad de alimentos, medicamentos –incluyendo los narcóticos y sus precursores–, tecnología médica: su autorización, permisos de importación, registro y renovación hasta su publicidad. Poner esta delicada tarea en manos de un abogado experto en la formulación de presupuestos es insólito y constituye una falta de responsabilidad con la salud y bienestar de los mexicanos.

Significativamente, Salomón Chertorivski tampoco ha externado un posicionamiento de la salud pública en el debate a raíz de la revisión de la Suprema Corte sobre la anticonstitucionalidad de la legislación criminalizadora de las mujeres respecto al aborto. Como mínimo, la  máxima autoridad de salud en el país debería haber destacado que el cumplimiento del Objetivo del Milenio en mortalidad materna se obstaculiza seriamente con esta legislación. Es así por dos razones. Promueve los abortos realizados en condiciones insalubres e inseguras. Genera además rechazos a la atención requerida de las mujeres con un aborto en curso aunque  sea espontáneo y no provocado.

La conclusión no puede ser otra que nuestros cuerpos ya no nos pertenecen.

Están atravesados por dogmas de todo tipo, desde las doctrinas económicas hasta las ideologías religiosas. Unos predican la competencia y eficiencia, otros la subyugación de la mujer como reproductora y cuidadora de la familia. Vivimos tiempos de oscurantismo, donde se pretende suprimir el pensamiento racional y la ciencia.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La interminable resaca

Los días pasan tan rápido como las canciones de moda. Los chicos juegan en el parque con pelotas desinfladas, mientras los jóvenes estrenan sonrisas tímidas. En los ojos de una madre cabe todo el amor, pero también la desilusión, el ocaso de una vida sin sentido…

Este país parece habitado por fantasmas que ya no sienten nada cuando el futuro se cae a pedazos, cuando el presente apenas es un esbozo. Esta gente siempre quiere ser mejor pero siempre le gana la apatía. Nadie sabe a ciencia cierta qué hacer con sus propósitos: si guardarlos en una caja de cartón o darlos por caducados. Los pobres somos legión y los ricos nos miran desde sus oficinas de lujo, sentados de espaldas a una foto del presidente. En los bancos, las tortillas, el cine, la fila del pesero, todos nos hacinamos y maldecimos el tedio, pero nos olvidamos de que los políticos, los poderosos, los banqueros, los funcionarios, los corruptos, los vende patrias, los amos de la farsa, los dueños del dinero, los sin escrúpulos, nos han ido acorralando, empujando al país del desconsuelo, allí donde nadie sabe de sonrisas ni alegrías, ni descansos.

Será porque mis días empiezan tarde y mis noches son demasiado largas. Será porque mi niñez sigue extraviada. Será porque las sonrisas me han dado la espalda. Será acaso porque no hay peor solitario que aquel que amanece con resaca. Quizá porque soy demasiado joven para sentirme amargado. Puede ser por tantas cosas, pero ayer amanecí con ganas de encerrarme en el sótano de mis contrariedades. Así que me quedé tirado, me reporté enfermo, contemplé el techo un rato, reflexioné sobre las escasas opciones en mi futuro, encendí algunos cigarros, pasé de bañarme, atisbé por la ventana, escuché ruidos extraños en la azotea y mejor puse un disco de Los Amigos Invisibles para sentirme acompañado. Ya por la tarde, consciente de que me descontarían la jornada laboral, intenté el menos que mis horas no fueran tan emotivas como el funeral de un carcelero. Y me puse a escribir una lista de las cosas que empeoran aún mi pésimo humor e incomodan mi caótica existencia.

Mis bondades son escasas y mis odios parecerán exagerados. Odio a los sujetos que se hacen los dormidos en el Metro para no cederle el asiento a las señoras embarazadas. Odio a los bocinautas que le suben todo el volumen a su “colección de éxitos en formato MP3”. A los vigilantes del Metro que se hacen de la vista gorda mientras los pasillos se convierten en un tianguis. A los policías que se la pasan diciendo guarradas a las mujeres solas. A las mujeres policías que parecen hombres. A los policías que parecen embarazados. A los presidentes que solapan la corrupción de sus amigos y fomentan el enriquecimiento de sus familiares. A Vicente Fox por heredarnos a este presidente tan gris. A Calderón por solapar a Elba Esther Gordillo. A los priístas con vocación de mafiosos y a otros funcionarios igual o más corruptos. A los políticos que coleccionan departamentos en Polanco, Miami, Cancún y Las Vegas.

Y sí, también odio a las viejas que se creen reinas sin llegar a ser princesas. A los idiotas que traen más “enchulado” su auto que el cerebro. Odio que las narcoejecuciones ya no sorprendan a nadie. Y también detesto a los curas pederastas. Y además me caga el humor baratísimo de Jordi Rosado y el optimismo chafa de Toño Esquinca, así como las bromas estúpidas del Panda Zambrano. Odio sentirme como un burócrata a punto de suicidarse con una máquina de escribir como corbata.

Por si no bastara, detesto a los que se emborrachan y te dicen cosas como “te quiero un chingo, mi hermano”. A las mujeres ebrias que se suben a bailar a las barras de los antros. Detesto los bares que adornan sus paredes con motivos tricolores. A los taxistas, microbuseros y demás choferes que se estacionan en doble fila. Odio los noticieros que avalan cada fraude electoral y son los primeros en felicitar al “elegido”. Detesto a las viejas treintañeras que se embarazan como si tuvieran 16 años. Igual que detesto la fila de los bancos en quincena. También maldigo las telenovelas y a sus niñas rebeldes de aparador. Igual, no soporto a las chavitas que se ponen como histéricas por baladistas sin cerebro. Y me chocan los pendejos que se depilan las cejas nomás porque es la moda reguetoñera. Para colmo, me desesperan los punkis que nunca han escuchado a Los Ramones.

A grandes rasgos, reniego de los jóvenes de mi generación que se empeñan en sepultar sus sueños. Y desconozco a los nuevos adolescentes que adolecen de falta de espíritu. Detesto que se acaba el agua caliente justo cuando me estoy bañando. Que las noticias sean un recuento de sangre y violencia. Que mis vecinos sean chismosos y maleducados. Que mi sueldo sea tan miserable. Que este país se caiga a pedazos y nadie parezca sorprendido. Que este espacio sea tan breve para seguir enumerando lo que tanto odiamos.

Finalmente, reniego de la gente miserable, la que no responde un “buenos días”, la que te empuja en el Metro, la que golpea a los niños, la misma que se mete en la cola del cine y que educa a sus hijos con telenovelas, la que sólo lee el TVNotas, la que te roba hasta la buena vibra, la misma que seguro se identifica con estas líneas, pero lo niega. Y también reniego de las borracheras por el día de la Independencia. Y me abstengo de escuchar al presidente gritar que “vivan los héroes que nos dieron patria”. Y vomito cada que mis vecinos ponen canciones rancheras en la noche mexicana. Pero nada se compara con este coraje que siento cada que el presidente defiende un proyecto que dinamita la tranquilidad de la gente buena. O esta rabia que me contagia el ex secretario de Hacienda cuando muestra su optimismo por ser presidenciable. En definitiva, no hay nada más detestable que un político sonriente que no sabe lo que es malvivir con el salario mínimo. Y su rostro maquillado no disfrazará su ambición desmedida, ni sus ganas de chingarse el presupuesto del próximo sexenio. Odio decirlo, pero creo que ellos confían en vernos otra vez la cara de pendejos. Y las multitudes seguirán entreteniéndose con los chismes de televisión y los goles del Chicharito en la Liga Premier.

martes, 13 de septiembre de 2011

Agua, la maldición de México

En la historia de la ciudad de México, la peor crisis por falta de agua estalló en 1922.

Dos semanas de escasez completa llevaron al límite de la locura a los 615 mil habitantes que había en la ciudad. La sequía provocó un motín que culminó con el incendio del Ayuntamiento, sede del gobierno capitalino, y con una balacera en pleno Zócalo que arrojó decenas de muertos y heridos.

A lo largo de doce días, los diarios narraron imágenes angustiosas. La ciudad hedía. Los baños se habían convertido, más que nunca, en depósitos de inmundicias. No salía una gota de los grifos y gente con la cara sucia (y humor de perros) recorría las calles con baldes en las manos, buscando el líquido que le ayudara a resolver sus necesidades básicas.

Tal vez en ninguna otra ciudad del mundo la misma noticia puede ocupar la primera plana de los diarios con 89 años de diferencia. “¡No hay agua!”, clamaban los titulares de 1922. “¡Sin agua!”, se lee en los cabezales de 2011.

Durante aquella crisis, la imagen más elocuente del desespero la dibujó un vecino de la calle Nuevo México quien, con un pico y una pala, comenzó a cavar en el patio de la vecindad donde habitaba: había considerado que “estando la ciudad edificada sobre un lago, era posible encontrar depósitos de agua, y aun corrientes, a pocos de metros de profundidad”.

El hombre no tardó en hallar un venero de agua sucia, sobre el que los moradores del predio se lanzaron como fieras para lavar trastos, ropas y otros usos. Otros vecinos de la calle hicieron lo mismo. Al caer la noche, pareció que Nuevo México había sido víctima de un bombardeo.

El Sistema Cutzamala de entonces era un modesto acueducto que transportaba agua desde los manantiales de Xochimilco hasta una estación de bombeo ubicada en la colonia Condesa. Según el gobierno de la capital, el descuido de un empleado había provocado que los motores de la estación se averiaran. El 19 de noviembre de 1922, la ciudad despertó completamente seca.

El director de Aguas Potables se apresuró a anunciar que tomaría tres días reparar la maquinaria. El desperfecto tomó mal parada a la población, que desde 1912 gozaba de un moderno sistema de distribución de agua potable. En 14 mil casas de la urbe bastaba con abrir un grifo para que cada habitante pudiera disponer de 240 litros de agua.

Habían terminado los años más negros de la Revolución y la ciudad entraba de puntillas en una etapa de desarrollo y confort. El arquitecto Ignacio Castillo acababa de construir el imponente edificio Balmori. Diego Rivera pintaba los murales del Anfiteatro Bolívar (y conocía a una estudiante de la Escuela Nacional Preparatoria: Frida Kahlo). Acababan de ser inaugurados los cines Olimpia y Odeón, que con el Granat, el Alcázar y el Venecia cobijaban la pasión nacional por el cine mudo. Plateros, decía el poeta López Velarde, era una arteria tan moderna que había dejado de ser una calle para volverse una “street”.

Menudeaban fondas, bares y restaurantes. En lugar de valses, la gente escuchaba jazz, y empezaba a desayunar, en vez de quesadillas, los recién importados cereales Kellogs. Para horror de la población masculina, las mujeres se cortaban el pelo hasta la nuca (para gozo de tal población, también acortaban sus faldas hasta las rodillas).

El golpe fue brutal. Aunque nadie se detenía a pensarlo, el agua era la llave que ponía en funcionamiento la maquinaria urbana: de tajo, ni siquiera Diego Rivera tuvo con qué mezclar sus colores.

Pasaron los tres días, y el agua no llegó. El Ayuntamiento informó que la reparación iba a tomar el resto de la semana. En El Universal de 1922, apareció un titular que era en realidad un grito: “No hay Agua, no hay Agua, ¡No hay Agua!”.

La ciudad entró en emergencia. En los restaurantes era imposible lavar los platos y tirar de la cadena del baño. Tuvieron que cerrar sus puertas. Siguieron los cines, teatros, bares y panaderías. Un articulista encendió la mecha: “Ante la amenaza de que la ciudad agonice de sed y sobre ella se desencadenen epidemias, el Ayuntamiento se ha cruzado de brazos como de costumbre… Ni siquiera se ha hecho público el nombre del empleado causante del desperfecto”.

En las calles se imponía una imagen: caravanas de vecinos que peregrinaban en busca de agua. Muchos se arremolinaban frente a las tomas, intentando abrirlas por la fuerza. Otros debían atravesar la ciudad entera para conseguir un miserable balde en los pozos artesianos de San Rafael y Santa María la Ribera, en donde algunos propietarios obsequiaban líquido a los necesitados. En cada pozo se formaban gigantescos enjambres humanos.

Surgieron especuladores que vendían a precios increíbles el contenido de una cubeta. Volvieron a circular los aguadores del siglo XIX, que llevaban los botes “a 25 centavos para la planta baja y cincuenta para la alta”.

Los titulares periodísticos masacraban el ánimo. “La ciudad desesperada por falta de agua”, “No hay esperanza de que se reanude pronto el servicio”, “Es ya insoportable la situación del vecindario”.

La prensa acusó al gobierno de haber traficado con las piezas de repuesto de la estación de bombeo, “para revenderlas como fierros viejos”. Se dijo también que el desperfecto había sido ocasionado de modo intencional para golpear al Ayuntamiento de cara a las próximas elecciones.

El 29 de noviembre, azuzadas por el líder obrero Luis N. Morones, dos mil personas de diversas organizaciones sindicales marcharon al Zócalo para exigir la renuncia del presidente municipal, Miguel Alonzo. Tres mil personas más se agregaron a la columna. Tronaba, imponente, un grito: “¡Agua, agua, agua!”.

En el Zócalo, los manifestantes lanzaron proyectiles contra el edificio del Ayuntamiento. En respuesta, la gendarmería barrió la plaza con una ráfaga. La multitud se enardeció. Cargó contra las puertas del edificio. Según el periódico de la época, los atacantes fueron recibidos a tiros: “Del zaguán salía un río de sangre que hacía la misma impresión de los caños del Rastro, en las horas de matanza”.

A través de los cristales rotos, un manifestante lanzó una estopa empapada en gasolina. Las llamas se extendieron por la oficina de Licencias y el despacho del Tesorero. Decenas de bolas de fuego cruzaron el aire. El Ayuntamiento que había provocado la escasez, carecía de agua para apagar el incendio.

La violencia se recrudeció hasta que la guarnición militar, con los fusiles embrazados, se movilizó hacia el Zócalo. Esto dispersó a la gente, evitó un desastre mayor. La sed nos había incendiado. En la plaza había 21 muertos y 64 heridos.

Los doce días de horror terminaron el 2 de diciembre, cuando la estación de bombeo fue reparada. Diego Rivera volvió a pintar. El “voto de castigo” hizo que el partido de Alonzo Romero perdiera las elecciones.

El agua iba a ser la maldición de México a partir de entonces.

Actualmente no hay garantía para evitar que el Valle de México vuelva a padecer una crisis por falta de agua, pues el sistema Cutzamala, conformado por 21 mil 500 tubos, tiene como críticos entre 60 y 70 de ellos.

Parecería nada pero con un tubo que falle puede haber una emergencia”, asegura Antonio Gutiérrez Marcos, director de Agua Potable Drenaje y Saneamiento del Organismo de Cuencas de Aguas del Valle de México.

Tras terminarse la reparación de cinco tubos y la normalización del suministro hacia el Valle de México, el funcionario de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) recordó que el Sistema Cutzamala “tiene 29 años que no ha dejado de trabajar, desde que se puso en marcha, es un desgaste continuo y es el envejecimiento de los propios materiales lo que provoca su ruptura”.

Por ello, dijo, se encuentran en fase de terminación de un proyecto para la construcción para la tercera línea de conducción. “Es ambicioso y de largo plazo, con un costo aproximado de 4 mil 500 millones de pesos y que tendrá que hacerse por etapas, si se iniciara este año se terminaría al 2014. Entonces esto va a permitir que si se rompiera un tubo en cualquiera de las líneas podrías usar otras dos sin dejar de abastecer a la población”, dijo.

Por su parte, el director general del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), Ramón Aguirre, dijo que las reparaciones que ha hecho la Conagua no garantizan que no vuelva a ocurrir una falla, pues explicó que en un sistema que tiene 30 años de servicio, y que prácticamente ya terminó su vida útil, es necesario invertir en su mantenimiento constante.

Comentó que las reparaciones en el Sistema Cutzamala requieren una inversión anual de cerca de dos mil millones de pesos. En entrevista, dijo que la reciente contingencia por falta de agua en el Distrito Federal puede servir como argumento para que en la próxima discusión del presupuesto, los diputados designen mayores recursos federales a este sistema pues, aseguró, en los últimos cinco años, el promedio ha sido de poco más de mil millones de inversión para su mantenimiento. La reparación de los cinco tubos dañados el domingo significaron una inversión entre 6 y 7 millones de pesos.

Luego de una semana de recibir 40% menos del suministro habitual del Sistema Cutzamala, la distribución de agua en la ciudad de México empezó a normalizarse ayer y se espera que para el sábado 17 de septiembre se restablezca al 100%.

Ayer la CONAGUA la reparación de los cinco tubos que tuvieron “una falla súbita” al momento de que se envió agua al Valle de México y que prolongó tres días más la baja en el suministro. El líquido arribó a la ciudad de México a las 12:00 horas al Río Borracho, ubicado en Cuajimalpa.

De acuerdo con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) las tuberías empezaron a llenarse a partir de las 14:00 horas con lo que el abastecimiento de agua para los capitalinos empezó a restablecerse, toda vez que desde el lunes y hasta ayer, se aplicó un operativo por tandeo, es decir, en horarios y días determinados para las zonas sur y norte de la ciudad.

El gobierno capitalino reportó que la distribución de agua, a través de 440 pipas, se mantendrá hasta el próximo sábado.

Las delegaciones que presentaron problemas con el servicio, en orden de grado de afectación, fueron: Benito Juárez, Cuauhtémoc, Iztapalapa, Tlalpan, Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo, Coyoacán, Iztacalco, Venustiano Carranza, Cuajimalpa y Magdalena Contreras.

El GDF y la Asamblea Legislativa deben poner en su agenda política el tema del agua. No es algo que debe dejarse a un lado y solo recordar cuando existen crisis como la actual. Desde aquí me gustaría invitar a a trabajar en el asunto, y algo que debe tenerse en cuenta para la próxima elección del GDF es que se debe tener nociones de Urbanismo para poder sacar avante a esta Ciudad de Vanguardia. Tomen nota.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Fue el capitalismo el que mató a la burguesía. (Karl Marx tenía razón)

Karl Marx pudo haberse equivocado con el comunismo pero, en lo que se refiere al capitalismo, mucho de lo que dijo resultó ser correcto.

Como efecto secundario de la crisis financiera, más y más gente está dándose cuenta de que Karl Marx estaba en lo cierto.

El gran filósofo alemán del siglo XIX, economista y revolucionario, pensaba que el capitalismo era radicalmente inestable.

Tenía incorporada la tendencia de producir auges y colapsos cada vez más grandes y profundos y, a largo plazo, estaba destinado a destruirse a sí mismo.

A Marx le complacía esa característica: estaba seguro de que habría una revolución popular, la cual engendraría un sistema comunista que sería más productivo y mucho más humano.

Marx erró en lo que se refiere al comunismo. Pero su percepción de la revolución del capitalismo fue proféticamente acertada.

No fue sólo sobre el hecho de que en ese sistema la inestabilidad era endémica, aunque en ese respecto fue más perspicaz que la mayoría de los economistas de su época y de la actualidad.

A un nivel más profundo, Marx entendió cómo el capitalismo destruye su propia base social: la forma de vida de la clase media.

La terminología marxista de burgueses y proletariado suena arcaica.

Pero cuando argumentó que el capitalismo hundiría a la clase media en algo parecido a la existencia precaria de los angustiados trabajadores de su época, Marx anticipó un cambio en la manera en la que vivimos que apenas ahora estamos teniendo que afrontar.

Para Marx, el capitalismo era la teoría económica más revolucionaria de la historia, y no hay duda que difiere radicalmente de los sistemas previos.

Las culturas de los cazadores-recolectores persistieron con su forma de vida por miles de años, las esclavistas por casi el mismo tiempo y las feudales por muchos siglos. En contraste, el capitalismo transforma todo lo que toca.

No son sólo las marcas las que cambian constantemente. Compañías e industrias se crean y se destruyen en una corriente incesante de innovación, mientras que las relaciones humanas se disuelven y reinventan en formas novedosas.

El capitalismo ha sido descrito como un proceso de destrucción creativa, y nadie puede negar que ha sido prodigiosamente productivo.

Prácticamente todos los que viven en países como el Reino Unido hoy en día reciben ingresos reales más altos de los que habrían recibido si el capitalismo no hubiera existido nunca.

El problema es que entre las cosas que se han destruido en el proceso está la forma de vida de la que, en el pasado, había dependido el capitalismo.

Los defensores del capitalismo argumentan que le ofrece a todos los beneficios que en la época de Marx sólo tenían los burgueses, la clase media asentada que poseía capital y tenía un nivel razonable de seguridad y libertad durante su vida.

En el capitalismo del siglo XIX, la mayoría de la gente no tenía nada. Vivían de vender su labor y cuando los mercados se debilitaban, enfrentaban dificultades.

Pero a medida que el capitalismo evolucionó -dicen sus defensores-, un número mayor de personas se beneficiaron.

Carreras satisfactorias dejaron de ser la prerrogativa de unos pocos. La gente dejó de tener dificultades todos los meses por vivir de un salario inseguro. Las personas estaban protegidas por sus ahorros, la casa que poseían y una pensión decente, así que podían planear sus vidas sin temor.

Con la expansión de la democracia y la riqueza, nadie se iba a quedar sin una vida burguesa. Todos podían ser clase media.

De hecho, en el Reino Unido, Estados Unidos y muchos otros países desarrollados, durante los últimos 20 a 30 años ha ocurrido lo opuesto.

No existe la seguridad laboral, muchas de las profesiones y oficios del pasado desaparecieron y carreras que duran toda la vida no son mucho más que un recuerdo.

Si la gente posee alguna riqueza, está en sus casas, pero los precios de la propiedad raíz no siempre aumentan. Cuando el crédito es restringido, como ahora, pueden quedarse estancados por años. Una menguante minoría puede seguir contando con una pensión con la cual vivir cómodamente y pocos cuentan con ahorros significativos.

Más y más gente vive al día, con muy poca idea sobre qué traerá el futuro.

La clase media solía pensar que sus vidas se desenvolverían en una progresión ordenada, pero ya no es posible considerar a la vida como una sucesión de niveles en los que cada escalón está más arriba que el anterior.

En el proceso de creación destructiva, la escalera desapareció y para cada vez más personas, ser de clase media ya no es siquiera una aspiración.

A medida que el capitalismo ha ido avanzado, ha llevado a la mayoría de la gente a una nueva versión de la precaria existencia del proletariado del que hablaba Marx.

Los salarios son más altos y, en algunos lugares, en cierto grado hay un colchón contra los sacudones gracias a lo que queda del Estado de bienestar.

Pero tenemos poco control efectivo sobre el curso de nuestras vidas y las medidas tomadas para lidiar con la crisis financiera han profundizado la incertidumbre en la que tenemos que vivir.

Tasas de interés del 0% conjugadas con el alza de precios implica que uno recibe beneficios negativos por su dinero y produce la erosión del capital.

La situación para muchos jóvenes es aún peor. Para poder adquirir las habilidades indispensables para conseguir empleo, hay que endeudarse. Y como en cierto momento hay que volverse a entrenar, hay que ahorrar, pero si uno empieza endeudado, eso es lo último que podrá hacer.

Cualquiera que sea la edad, la perspectiva de la mayoría de la gente hoy en día es una vida entera de inseguridad.

Al mismo tiempo que ha despojado a la gente de la seguridad de la vida burguesa, el capitalismo volvió obsoleto al tipo de persona que disfrutaba de la vida burguesa.

En los '80s se habló mucho de los valores victorianos, y los promotores del mercado libre solían asegurar que éste reviviría las virtudes del pasado.

Pero el hecho es que el mercado libre socava las virtudes que mantienen el estilo de vida burgués.

Cuando los ahorros se están desvaneciendo, ser cauteloso puede llevar a la ruina. Es la persona que pide grandes prestamos y que no le tiene miedo a declararse en bancarrota la que sobrevive y prospera.

Cuando el mercado laboral es volátil, no son aquellos que cumplen cabalmente con las obligaciones de su trabajo quienes tienen éxito, sino los que siempre están listos a intentar algo nuevo que aparenta ser más prometedor.

En una sociedad que está siendo transformada continuamente por las fuerzas del mercado, los valores tradicionales son disfuncionales y quien quiera vivir de acuerdo a ellos está en riesgo de terminar en la caneca de la basura.

Examinando un futuro en el que el mercado permea todas las esquinas de la vida, Marx escribió en el Manifiesto Comunista: “Todo lo que es sólido se desvanece en el aire”. Para alguien que vivió en la Inglaterra victoriana temprana (el Manifiesto fue publicado en 1848) era una observación asombrosamente visionaria.

En esa época, nada parecía más sólido que la sociedad en cuyos márgenes vivía Marx.

Un siglo y medio más tarde, vivimos en el mundo que él anticipó, en el cual la vida de todos es experimental y provisional, y la ruina súbita puede llegar en cualquier momento.

Unos pequeño puñado de gente ha acumulado vastas riquezas pero incluso eso tiene una cualidad de evanescente, casi fantasmal.

En los tiempos victorianos, los verdaderamente ricos podían darse el lujo de relajarse, si eran conservadores a la hora de invertir su dinero. Cuando los héroes de las novelas de Dickens finalmente reciben su herencia, no vuelven a hacer nada jamás.

Hoy en día, no existe un remanso de seguridad. Los giros del mercado son tales que nadie puede saber qué mantendrá su valor, ni siquiera dentro de unos pocos años.

Este estado de alteración perpetua es la revolución permanente del capitalismo y yo pienso que nos acompañará en cualquier futuro imaginable realísticamente.

Estamos apenas a mitad de camino de una crisis financiera que pondrá muchas cosas de cabeza.

Monedas y gobiernos probablemente caerán, junto con partes del sistema financiero que creíamos seguro.

No se ha lidiado con los riesgos que amenazaban con congelar a la economía mundial hace apenas tres años. Lo único que se ha hecho es obligar a los Estados a asumirlos.

No importa qué digan los políticos sobre la necesidad de frenar el déficit, deudas de la magnitud de las que se han incurrido no pueden ser pagadas. Es casi seguro que lo que harán es manejarlas recurriendo a la inflación, un proceso que está abocado a ser muy doloroso y empobrecedor para muchos.

El resultado sólo puede ser más agitación política, a una escala aún mayor.

Pero no será el final del mundo, ni siquiera del capitalismo. Pase lo que pase, vamos a seguir teniendo que aprender a vivir con la energía errática que el mercado emanó.

El capitalismo llevó a una revolución pero no la que Marx esperaba. El exaltado pensador alemán odiaba la vida burguesa y pensó en el comunismo para destruirla.

Tal como predijo, el mundo burgués ha sido destruido.

Pero no fue el comunismo el que cometió el acto.

FUE EL CAPITALISMO EL QUE MATO A LA BURGUESIA.